Derechos Humanos: Brasil debe ratificar el Tratado de Comercio de Armas

Foto: Sitio Fundación Luterana de Diaconía

Porto Alegre/BRASIL (LWI) – Pese ad la adhesión al acuerdo que prohíbe la venta de armas a países involucrados en la violación de derechos humanos, Brasil todavía no lo ratificado a nivel local y se espera que sus legisladores se pongan de acuerdo para su apoyo definitivo a nivel internacional.

El Tratado Internacional Comercio de Armas, cuyo origen es la lucha que Amnistía Internacional viene desarrollando hace décadas, favorece la pacificación y está contra la violación de los Derechos Humanos. Tratada a nivel de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entró en vigencia el 24 de diciembre del 2014. La normativa prevé un acuerdo internacional que favorezca la regulación del tráfico de armas, de modo que los países estén obligados a  “evaluar el riesgo de transferir armas, municiones o componentes a otros países a ser usados facilitando violaciones graves del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Los Estados acordaron que si el riesgo es real y no puede mitigarse, la transferencia no debe llevarse a cabo. El acuerdo abarca diferentes tipos de armas convencionales, incluyendo las pequeñas y ligeras, a través de las cuales una cantidad considerable de víctimas civiles pierden la vida todos los años en los países en conflictos de baja intensidad y en situaciones de violencia armada.

"Este tratado es el primer acuerdo internacional elaborado con la finalidad de regular el comercio de armas y prevenir el desvío de armamentos, pudiendo así reducir el número de muertos por armas de fuego en el mundo”, aclaró Marie Wangen Krahn, representante de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB), quien es parte del grupo de Coordinación de la Campaña por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) sobre el Tratado Internacional de Comercio de Armas. El acuerdo busca evitar la exportación y abastecimiento a grupos criminales y gobiernos que atenten contra su propia población. “No se trata de desarmar o del porte de armas, sino de la regulación de su venta internacional”, agregó Krahn.

Cibele Kuss, Secretaria Ejecutiva de la Fundación Luterana de Diaconía (FLD), a través de  documento enviado al Diputado Eduardo Barbosa, solicita agilidad en el proceso de aprobación. “La FLD observa con alegría que el Brasil haya sido uno de los 154 países miembros de la ONU que votaron a favor de la adopción de la resolución” escribió Kuss. La medida tiene real potencial de reducir el sufrimiento humano. “Los riesgos de una exportación de armas sean usadas para cometer o facilitar violencia de género, o actos serios de violencia contra la mujer y los niños también deberán ser avalados. La institución de padrones claros y su debida aplicación es una gran conquista” continuó Kuss manifestando el legítimo reclamo para la inmediata suscripción.La FDL incentiva a personas y grupos a que envíen cartas al diputado Barbosa a su dirección de correo electrónico [email protected] solicitando que los legisladores tomen  decisión sobre el tema.

En relación a otros países latinoamericanos, Bolivia, Nicaragua y Cuba abstuvieron su voto en la ONU, mientras que República Dominicana y Venezuela no participaron del proceso.  Argentina, Australia, Costa Rica, Finlandia, Kenia, Japón y el Reino Unido son coautores del proyecto y Argentina ha ratificado el tratado en agosto del 2013. Uruguay hizo lo propio, aún antes de ponerlo en vigencia en diciembre pasado.

Red de Comunicaciones – LAC