Violento temporal produjo muerte y destrozos en zona central de Argentina

La fuerza del agua arrasó a su paso Foto: Nico Centeno (La Voz)

Córdoba/ARGENTINA - Un temporal provocó destrozos en varias localidades de la Provincia de Córdoba, dejando al menos siete muertos, un desaparecido y más de mil personas evacuadas en varios poblados.

Las áreas afectadas están en los alrededores de la ciudad de Córdoba Capital como La Granja, Salsipuedes, Unquillo, Mendiolaza, Río Ceballos, entre otras. Todas ubicadas en la cuenca de las Sierras Chicas, una región montañosa cuya geografía hace el agua se concentren mayor cantidad y velocidad. El agravante se produjo por los 300 milímetros de agua en 12 horas de lluvia, equivalente al 40 % de las precipitaciones anuales en la Provincia. En Unquillo, un arroyo de agua de 30 centímetros de profundidad y 60 centímetros de ancho llegó a los tres metros de profundidad y 30 metros de ancho.

José Manuel De la Sota, Gobernador de Córdoba, dijo que el desastre sorprendió a toda la población ya que “no hubo un alerta meteorológica que advirtiera sobre el fenómeno” y definió el fenómeno como “un tsunami que vino del cielo”. En declaraciones a la televisión nacional De la Sota dijo: "hemos estado trabajando con 200 bomberos voluntarios, con elementos de rescate acuático y terrestre, con la Policía Caminera cortando los puentes. La dirección de aeronáutica tiene los helicópteros volando sobre los lugares afectados, hay familias en los techos de las casas, porque la creciente ha sido increíble".

El temporal produjo graves daños en las carreteras, perjudicando 12 puentes y un acueducto que provee agua a casi la mitad de los pueblos. Esto ya implica problemas en el abastecimiento y provisión de agua en casi toda la región afectada. También fueron dañadas varias torres de alta tensión haciendo que el suministro de energía podría demorar varios días en re establecerse. La zona ha sido declarada en estado de emergencia climática ya que las lluvias no han cesado.

El Pastor Norberto Rasch, Coordinador del Programa para Personas con Discapacidad de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) relató que “llovieron 300 mm de promedio en pocas horas, hubo que abrir las compuertas del Dique La Quebrada, casi seco desde hace años. El agua avanzó como una muralla creciente de unos cinco metros y se abalanzó, primero sobre Rio Ceballos, dónde se unió a la creciente que arrasaba desde La Granja, El Manzano y Salsipuedes. Después arrasó Unquillo, luego Mendiolaza, para pasar literalmente sobre Villa Allende y terminar por destruir puentes en Saldán, para desembocar finalmente en el Río Suquía, que ya venía con crecientes debido al desborde del Dique San Roque de Carlos Paz”. Rasch definió la situación de catastrófica pues con el agua cientos de casas quedaron llenas de lodo y el agua arraso todo a su paso.

“En medio del desastre, la mano tendida siempre aparece y eso reconforta” agregó Rasch. Hay grupos que se organizan para ayudar, “a gente viaja en colectivo a la zona del desastre con palas en la mano, seguros de que a alguien le hace falta algo” señaló.

Queda en las poblaciones la difícil tarea de reconstrucción, que tomará meses y en algunos casos años. Por el momento hay muchas promesas de parte de políticos. El Pastor Rasch clarificó que “donde estuvimos paleando barro, había un solo policía cuidando, porque el resto éramos todos vecinos ayudando a otros vecinos”. Fuertemente afectado por la catástrofe Rasch comparte: “lo que vi quedará de todas maneras en mi retina y en mi corazón por el resto de mi vida”. A su vez, pidió que no los olvidemos estos lugares y las poblaciones y que oremos por las personas afectadas.

Red de Comunicaciones – LAC