"La Palabra de Dios nunca debe ser usada para oprimir": Rev. Sonia Skupch en el Día de la Reforma
Hoy recordamos que hace 505 años comenzó la Reforma Protestante. Ese movimiento, que trajo enormes cambios en la Iglesia y en la sociedad. Nosotros, como luteranos y luteranas, tenemos nuestros fundamentos teológicos.
Un elemento que quiero destacar de la reforma de Martín Lutero, es que puso en manos del pueblo la Biblia, la Palabra de Dios. De hecho, este año se cumplen 500 años de la traducción del Nuevo Testamento al alemán. El idioma que hablaba la gente común y sencilla en los tiempos de Lutero.
Hoy en día es tan común que tengamos una o quizás varias Biblias en nuestras casas, que a veces no percibimos la importancia que este hecho tuvo, porque permitió que la gente común, sin ningún tipo de mediaciones, pudiese acceder a esa palabra. Esa palabra que transmite palabras de vida, de gracia, de salvación y de libertad. Poder incorporar la Biblia a la vida de los creyentes realmente marcó un antes y un después. La Palabra de Dios según nuestra comprensión luterana, siempre es liberadora y un instrumento de gracia.
La Palabra de Dios nunca debe ser un instrumento para oprimir, castigar, discriminar y confundir a la gente. En ese sentido, en estos tiempos que a veces son tan confusos les animo a realizar ese diálogo entre la Biblia y el contexto en el cual vivimos. Hacerlo como un ida y vuelta, que se va nutriendo mutuamente. Siempre teniendo presente que la Palabra de Dios es gracia, libertad y reconciliación.
Feliz día de la Reforma.
Rev. Sonia Andrea Skupch
Secretaria Regional para América Latina
el Caribe y Norteamérica