La diaconía como espacio para “vivir el bautismo y los dones en el servicio”
JOINVILLE / Brasil (LWI) – Con la profundización de la pandemia en uno de los países que más sufrió la consecuencia del virus durante gran parte de 2020 y habiéndose suspendido las actividades presenciales, la Comunidad Evangélica de Joinville de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB) encontró en la diaconía no sólo una forma de dar testimonio de la presencia de Dios, sino también muchas oportunidades de “vivir el bautismo y los dones en el servicio”. Llevaron a cabo recaudación de alimentos, elementos de higiene, realizaron préstamos de elementos ortopédicos, asistieron a más de 500 familias por mes, entre otros aspectos.
Ante la delicada situación se preguntaron: “¿cómo damos testimonio de nuestra fe? ¿Cómo servimos?”. Aferrados a Cristo, pudieron ir entendiendo que los frutos de la vid pueden ser muchos y variados, ya que la diaconía es variada y tiene muchos frentes de servicio. Por esa razón y en el convencimiento de que donde hay sufrimiento hay necesidad de amor y por lo tanto de ejercer la diaconía al ejemplo de Jesús. Así, los dones recibidos se transformaron en herramientas para servir de muchas maneras en la iglesia y en la sociedad.
Llevaron a cabo una campaña extraordinaria, que movilizó a muchas personas, pudiendo brindar asistencia a más de 500 familias por mes, entregaron más de 4 mil mascarillas, casi dos mil pares de zapatos, 63 mil kilos de alimentos, 2 mil quinientas canastas básicas y más de 5 mil ochocientos kilos de productos de higiene y limpieza, más de mil ochocientos pañales para adultos, 8 mil pañales para niños, casi mil cuatrocientos personas recibieron en préstamo elementos ortopédicos (camas, andadores, sillas de rueda), entre otros aspectos.
“Recibimos el bautismo como una gracia de Dios y así nos hace sus hijos e hijas y nos acoge en su comunidad”, remarcó la Diácona Angela Lenke, en la comprensión de que el bautismo marca el inicio de la vida en la comunidad cristiana y que no es simple agua, sino agua unida a la Palabra de Dios. Lenke destacó que “otra marca que comparte la comunidad cristiana es la Cena del Señor”, en tanto “Jesús utiliza el ejemplo del sarmiento para decir que estamos unidos a Él como sarmientos”, por lo que “la Cena del Señor marca nuestra comunión en la comunidad, anuncia el perdón en Cristo y fortalece nuestra vida para el servicio”, analizó.
En el servicio diaconal y misionero se encontraron con muchas situaciones difíciles. En algunos casos pensaron si era posible cambiar la situación de las personas. Sin embargo, apelaron a Apocalipsis 21, 5 que recuerda que Dios hace nuevas todas las cosas, y todos los cristianos y las cristianas están llamados y llamadas a hacer lo posible por servir al Reino, pero Dios está por encima de todo, siendo quien renueva las fuerzas y recrea situaciones que, ante los ojos de las personas, a veces parecen perdidas.
Red de Comunicaciones - LAC