“¿Hasta cuándo, Señor?”: a un año de la llegada del Coronavirus a Brasil
GINEBRA (LWI) – A un año de la confirmación del primer caso de coronavirus en Brasil y citando la pregunta del Salmo 13 “¿Hasta cuándo Señor?”, la presidencia de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB)), analizó el impacto y la actual situación, reiterando el llamado a la responsabilidad social y del Estado. Por otra parte, vieron con expectativa el avance de la vacunación y exigieron a las autoridades la puesta a disposición de las dosis necesarias para la población. Además, destacaron la necesidad de dar testimonio a través de la diaconía, lo que consideraron un motor que “alimenta la esperanza”.
La nota fue enviada este 26 de febrero, cuando se cumplió un año del primer registro de infección en el Brasil. Se encuentra firmada por la pastora presidente Silvia Beatrice Genz y los pastores Odair Airton Braun y Dr. Mauro Batista de Souza, vicepresidente primero y segundo, respectivamente. Juntos repasan que la pandemia se ha llevado la vida de más de 250 mil personas, con un promedio que supera las mil muertes diarias, causando mucho sufrimiento y enfermedad, analizando que el actual contexto parece agotar la paciencia de las personas.
“La producción de vacunas ha aportado una perspectiva alentadora”, se esperanzaron; pero sin embargo, expresaron con preocupación que “avanza muy lentamente” en Brasil, lo que lleva a la preocupación y a la imposibilidad de imaginar un futuro cercano sin pandemia. En ese mismo sentido, alertaron que “la falta de planificación y la indiferencia han sido evidentes en varios momentos”, por lo que consideraron “es necesario exigir a las autoridades públicas agilidad en la puesta a disposición de las vacunas, y también poner de nuestra parte”. Al analizar el Salmo 13, dijeron que vuelve a plantearse las preguntas “¿Hasta cuándo seguirá la gente actuando de forma irresponsable?” y “¿Hasta cuándo se va a seguir negando la gravedad de esta crisis?”.
Ante el aumento de casos, reforzaron la orientación de mantener los esfuerzos para reducir la propagación del virus, tal como “evitar las aglomeraciones, mantener una distancia adecuada, usar mascarillas y adoptar medidas de higiene, como lavarse las manos con frecuencia”. En lo que respecta a reuniones comunitarias, solicitaron a las comunidades seguir las directivas de los sínodos y autoridades sanitarias y “cuando es necesario celebrar reuniones cara a cara, hay que tomar todas las precauciones posibles”, en la conciencia de que “el cuidado reduce significativamente las posibilidades de diseminación y contagio”.
Finalmente, reiteraron que la situación es crítica y aún vienen meses difíciles, pero con compromiso “tenemos posibilidades de detener el avance destructivo del virus”. Entre tanto y apelando a la responsabilidad cristiana, hicieron hincapié en que la “fe nos estimula a practicar la diaconía y a ejercer la solidaridad” y de esa manera “alimentar la esperanza” y poder repetir también con el Salmo 13, 5 "en cuanto a mí, confío en tu gracia; que mi corazón se alegre en tu salvación".
Red de Comunicaciones - LAC