Estudios Bíblicos resalta el trabajo de justicia de género
La red de mujeres de la FLM en América Latina y el Caribe brinda esperanza a través de reflexiones bíblicas sobre la pandemia
Ginebra, Suiza (LWI) - Las mujeres en el ministerio ordenado en América Latina y el Caribe están compartiendo reflexiones bíblicas para apoyar a la nenbresía de sus comunidades y brindar luz sobre su trabajo por la justicia de género en este momento de pandemia. La serie en curso de estudios bíblicos, releyendo historias del Antiguo y Nuevo Testamento a través de una lente feminista contemporánea, comenzó en la primavera cuando la mayoría de los países de la región entraron en una estricta cuarentena para evitar la propagación del virus COVID-19.
Con las personas confinadas en sus hogares, las lideresas de la iglesia trabajaron para encontrar nuevas formas de conectarse con la feligresía y ofrecer esperanza a las mujeres en situaciones cada vez más difíciles. La Red de Mujeres y Justicia de Género de América Latina y el Caribe (LAC) perteneciente a la Federación Luterana Mundial (FLM) comenzó a compartir breves reflexiones que son utilizadas individualmente y por grupos de mujeres reunidas en línea para estudiar y orar.
Basándose en la hermenéutica bíblica feminista que se ha desarrollado en las últimas décadas para ayudar a combatir la injusticia y la violencia contra las mujeres, las reflexiones están arraigadas en las experiencias cotidianas de las mujeres que trabajan en sus comunidades luteranas locales. Los estudios bíblicos están disponibles en español, portugués e inglés en el sitio web de la LWF LAC y están destinados a ser compartidos lo más ampliamente posible para su uso en toda la región y más allá.
Incremento de la injusticia económica
Las primeras reflexiones fueron presentadas por dos de las coordinadoras de la red, la Rev. Angela Trejo Haager de la Iglesia Luterana Mexicana, sobre la historia de Eliseo y el aceite de la viuda, y por la Rev. Ofelia Davila Llimpe de la Iglesia Luterana del Perú, sobre la parábola de los trabajadores del viñedo. Ambas utilizan los textos para reflexionar sobre las crecientes injusticias económicas que enfrentan las mujeres como consecuencia de la pandemia mundial.
En otro estudio bíblico, escrito por la Rev.Marcia Blasi de la Iglesia Evangélica de la Confesión Luterana en Brasil para conmemorar el Día de la Madre, pregunta cómo la historia de Jesús y la mujer sirofenicia se relaciona con las madres que luchan por alimentar a sus hijos e hijas enfermas o hambrientas en medio de la profundización de la crisis financiera actual.
En otras tres reflexiones, publicadas el 3 de junio, ofrecen una visión contemporánea de la visita de Jesús a la casa de Marta y María, la parábola del buen samaritano y la historia del Génesis de Abram y su esposa Sarai. Estas fueron presentados por la Rev. Mariela Pereyra de la Iglesia Evangélica Luterana Unida en Argentina, la Rev. Karen Ninnette Castillo de la Iglesia Agustina Luterana de Guatemala y la Rev. Karla Steilmann, miembro del Consejo de la FLM, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en Argentina.
Estigma, enfermedad y curación
Una reflexión reciente por la Rev. Hanna Schramm, la primera mujer en ser ordenada en la Iglesia Luterana en Chile, explora los temas del estigma, la enfermedad y la curación a través de la historia del encuentro de Jesús con la mujer con hemorragia. "Todavía hay muchos tabúes aquí en torno a temas relacionados con el cuerpo de las mujeres", dice la pastora Schramm, pero en estos días las mujeres "están empezando a hablar sobre el sufrimiento que han experimentado, como la mujercon hemorragia en manos del sistema de salud".
Los miembros de la parroquia de la Iglesia Evangélica Luterana del Redentor, donde normalmente Scharmm dirige los servicios en alemán y español, son cautelosos de reabrir el templo después de más de cinco meses de cuarentena. La Rev. Schramm comparte algunos de los desafíos que enfrentan actualmente mujeres como ella al tratar de equilibrar las demandas del trabajo con el cuidado de los niños y los compromisos familiares. Alzando la voz para hacerse oír por encima de los sonidos de sus mellizos de cinco años, cuenta cómo a los residentes de su vecindario solo se les permitía salir dos veces por semana durante el punto álgido del encierre.
"Es un desafío para mí apoyar a otras mujeres jóvenes en este momento", continúa, ya que "no tienen tiempo para responder" a llamadas telefónicas o correos electrónicos. Su comunidad tiene su sede en una zona acomodada de la capital Santiago, donde muchas personas sen "resisten al cambio" y "no están interesadas en lo que estoy haciendo como mujer en el ministerio". Dice que “no está predicando como feminista porque eso no les gustaría” pero concluye: “Trato de hablar con empatía, porque esa es la clave para abrir corazones y ayudar a la gente a responder a las situaciones difíciles de injusticia para las mujeres aquí en Chile".
Traducción Red de Comunicaciones LAC
