Estudio bíblico Juan 9, 1 - 38: ¡Ser luz en la oscuridad!

La Rev. Claudia Soliette Lopez Ortega compartiendo un momento de celebración en la ILFE de Nicaragua.

 

GINEBRA (LWI) - En la edición 19 de los estudios bíblicos de la Red de Mujeres y Justicia de Género, la Rev. Claudia Soliette Lopez Ortega de la Iglesia Luterana “Fe y Esperanza” de Nicaragua (ILFE) profundiza sobre el texto de Juan 9, 1 – 38 que pone por título "¡Ser luz en la oscuridad!". El trabajo analiza uno de los milagros de Jesús, en donde un hombre que nació ciego recibe el don de la vista. Muestra la incansable insistencia de los fariseos de enjuiciar a Jesús, en un contexto en que la pobreza y la enfermedad eran consideradas un castigo. Entonces, la sanación no sólo colocaba a Jesús como posible rebelde, sino también como alguien que violaba las leyes, por haber realizado el milagro el día de descanso. El análisis del texto aborda la realidad y el contexto en el que sucede el hecho, pero también analiza la actualidad, haciendo comparaciones y preguntas, que ayudan a contextualizar la situación. Finalmente ofrece una reflexión, en la que la autora relata parte de su experiencia de trabajo con personas con VIH y con ello la importancia de una buena lectura de los textos bíblicos, para no quedar en la idea de que la enfermedad aparece por castigo de Dios.

A partir de algunos datos introductorios, la pastora de la ILFE lanza preguntas que ayudan a entender el sentido del milagro de Jesús. Teniendo en cuenta que varios de los asistentes del milagro están llenos de incredulidad por la transformación de este conocido por ellos como un mendigo ciego, se muestra claramente la acción de Jesús, que ve y hace evidente la situación del necesitado y luego toma una acción para ayudarlo y darle una nueva oportunidad de vida. “Tengamos en cuenta que del mismo modo que la ceguera, la pobreza, la lepra, de aquella época, en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo a nivel mundial, también la Pandemia del COVID19 ha sido considerada por algunos un castigo divino”, analizó.

En tercer término, el estudio presenta tres preguntas: ¿Con que personaje de la historia te identificas y por qué? ¿Quiénes son aquellos en la zona donde vives, en tu trabajo, en tu iglesia, en tu país a los que no estás viendo? y ¿Puedes identificar a una persona o grupo de personas discriminadas o marginalizadas por la sociedad? Para luego invitar a pensar de que manera las iglesias son capaces o no de hacer evidente la Obra de Dios en la vida de los y las que sufren, además los impedimentos y excusas grupales que ver las necesidades de los demás y por último analizar que significa para ti la declaración “¿Creo, Señor”?

“Este texto es significativo para mí ya que ha marcado mi trabajo pastoral con personas con VIH, a quienes siempre les dijeron que su condición de VIH positivas era un castigo divino”, detalló la pastora Lopez Ortega, añadiendo que lo mismo visualiza en lo que respecta a quienes han sido marginalizadas, rechazadas, violentadas, “ya sea por su preferencia sexual, por su nivel de educación, por su situación económica, y hasta por ser mujeres”, destacando que “muchas veces sentí que era muy joven, que no tenía experiencia, que las historias eran muy dolorosas y los problemas de este grupo muy grandes, y que no había nada que yo pudiera hacer”. Sin embargo, aseguró que este texto revela que el milagro de Jesús de devolver la vista al ciego es un acto liberador, “que nos debe animar a quitarnos el miedo de ser juzgados por los fariseos por estar con los pecadores y de romper la ley”. Por el contrario, “nos anima a luchar por quitar esa venda que como humanos tenemos de juzgar a nuestros prójimos y prójimas”, puntualizó.

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Red de Comunicaciones - LAC