La otra pandemia: la violencia intrafamiliar en tiempos de confinamiento
GINEBRA (LWI) – La obispa de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile (IELCH) Revda Izani Bruch, reflexionó este 19 de junio sobre el aumento de la violencia contra mujeres, niñas y niños, en lo que denominó “la otra pandemia”. Bruch dio cuenta de diferentes estudios que reflejan el incremento de la violencia intrafamiliar luego de haberse decretado la pandemia de COVID-19. Entre otras cosas, señala que las propias iglesias tienen dificultades para lograr “aplanar la curva de la violencia”, por lo que llamó a todos y todas a pronunciarse y actuar en contra de cualquiera de estas situaciones.
En el actual contexto, donde la humanidad atraviesa una crisis sanitaria sin precedentes, la Obispa Izani Bruch describió que “la pandemia tiene impactos directos en los Derechos Humanos y en la vida de las personas y de nuestras comunidades”. En particular, señaló que “estamos viendo un gran impacto en la vida de la mujer y niñas, que históricamente han estado expuestas a dinámicas de maltrato y violencias física, psicológica, sexual, económica, estructural y simbólica”, analizó.
Sobre este tema en particular, profundizó que en muchos casos, las mujeres, niñas y niños viven el confinamiento “con miedo, aflicción, cansancio, cesantía, estrés y mucha incertidumbre”, lo que está “generando un problema serio en sus vidas". "Sabemos desde antes de la pandemia, que más de la mitad de los casos de violencia contra las mujeres, así como de la violencia sexual contra niños y niñas, acontece en la familia, al interior de los hogares”, destacó.
En lo que respecta al rol de la sociedad y las iglesias, añadió que “no hemos sido capaces de promover y crear políticas públicas efectivas que ayudan aplanar la curva de la violencia y que garantice a las mujeres y niñas una vida libre de violaciones y violencias”, lo que consideró debe ser un llamado de atención, porque “si antes de la pandemia, los hogares no eran espacios seguros”, con la pandemia y sus efectos, el hogar pasó a ser “el espacio de mayor riesgo”, declaró haciendo a su vez un llamado: “todos tenemos la responsabilidad de pronunciarnos contra de la violencia, para garantizar que las mujeres y los hombres, así como los niños y las niñas, estén a salvo de la violación y la violencia en sus hogares, las escuelas, el trabajo, las calles, es decir, en todos los lugares de nuestras sociedades”.
Red de Comunicaciones – LAC