"Parar para escuchar": reflexión para el Primer Domingo de Adviento

¿Estar atenta a Señales? ¿Qué señales?
No veo señales, solo la lista de las cosas que tengo que hacer. Y es demasiado larga. Mi cabeza metida en el computador, el celular y la agenda. 
No tengo tiempo para detenerme y levantar la vista, ¿Perder tiempo para buscar señales que no son visibles? No, muchas gracias…
¿Y si lo hago? ¿Por un momento?
¿Qué podría ver?El baile de las hojas en el viento. Personas que pasan en sus autos, - estresadas igual que yo, sin poder soltar el celular. Niños riéndose – Me hacen sonreír. Ciclistas que tratan de hacerse un camino. – Que difícil la convivencia en el tránsito. -  El amigo que justo anda por la calle. 
¿Y si me tomo el tiempo para conversar él? 
“Hola, que bueno que me encuentro contigo.” Él levanta su cabeza. Su cara se alegra al verme. 
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Necesitamos señales, porque nos orientan y nos alientan 
A veces nos falta la disposición para verlas. Estamos ocupados con otras cosas. Olvidamos a levantar la cabeza para darnos cuenta de ellas. 
Y a veces los buscamos, pero no encontramos nada. 
Sucede que son muy distintas de cómo nosotros nos habíamos imaginado. Jesús describe movimientos y cambios fuertes que a muchos les causarán angustia, pero para los que creen en él serán inspiración y fortaleza. Podemos confiar de que sea cuales son su características, nos dan razones para estar contentas/os
Así me imagino la presencia de Jesús ahora en nuestros tiempos. No está físicamente con nosotros y nosotras. Pero él se hace experimentar en señales para animarme y para decirme: te quiero. Tu vida tiene un valor. 
Jesús es como la amiga que me alegra el corazón cuando escucho sus pasos cerca. 
En este tiempo de aviento les deseo que encuentren tiempo para levantar sus cabezas, para disfrutar de las señales, para gozar de la cercanía de Jesús, para vivir cada minuto como que Él está entrando en tu casa.

Pastora Hanna Schramm (ILCH)