“Con poca publicidad, pero con una mirada solidaria”, la ILCO celebró sus 30 años
SAN JOSÉ / Costa Rica (LWI) - La Iglesia Luterana Costarricense (ILCO) cumplió 30 años y entre los días 20 y 25 de agosto, realizaron actividades muy significativas; tanto para la iglesia, como también para la sociedad. Durante los programas, se dio especial énfasis en la reflexión bíblico-teológica y en los grupos sociales que forman parte de la ILCO. Además, hubo visitas de varios países y la celebración central fue coronada a través de una nueva ordenación pastoral, en la que también dieron gracias por poder dar testimonio en medio de situaciones, a veces complejas y difíciles. El Pastor Presidente Rev. Gilberto Quesada Mora consideró que “un regalo para los 30 años de la ILCO”, son los hombres, mujeres y niños que llegan desde Nicaragua en la búsqueda de protección y cuidado; siendo para todos una oportunidad de “ser samaritanos” en un momento muy difícil para esos hermanos y hermanas.
El lema que la ILCO eligió para conmemorar los 30 años fue “por los caminos de la paz justa e inclusiva”. Para su tratamiento fueron convocados liderazgos de las pastorales y comunidades, que abordaron desde diferentes aspectos, las temáticas que la iglesia viene trabajando fuertemente: migrantes, indígenas, niñez, juventud, mujeres, población LGTBIQA y el calentamiento global. Durante las celebraciones hubo visitas de Alemania, Suecia, Carolina del Norte, Suroeste de Texas, Chicago, Argentina, Bolivia, Guatemala, Honduras, el Salvador y Nicaragua, además de organismos como las Universidades, y la Agencia Pan para el Mundo de Alemania. La liturgia principal se desarrolló el 24 de agosto, marco en el que se llevó a cabo la ordenación de Jeffry Campos, nuevo pastor de la región.
“Estamos celebrando con poca publicidad, pero con una mirada solidaria que busca acompañar a las personas en su lucha diaria, en sus sueños o proyectos, lo hacemos con el aire del primer amor y con la consciencia de ser una iglesia que inicia su camino hacia la madurez”, evaluó el Rev. Gilberto Quesada Mora, Pastor Presidente de la ILCO. La conmemoración se dio en coincidencia con una difícil y angustiante situación de su país vecino Nicaragua, de donde han emigrado ciento de personas, familias, jóvenes y niños. Esto ha sido definido por el propio Quesada Mora como “un regalo para los 30 años de la ILCO”, pues según él, las oficinas y las comunidades de fe reciben así el llamado de “ser samaritanos en este momento difícil para las personas que salen de Nicaragua”. “Es la mejor manera de celebrar años de presencia en la sociedad costarricense”, puntualizó.
Con una mirada puesta hacia al futuro, el Pastor Presidente de la ILCO consideró que deben “mantener muy atenta su mirada y su escucha a los diferentes clamores de las poblaciones”, tanto a las situaciones que vienen acompañando, “pero igualmente a los nuevos clamores, o bien a los clamores de otras poblaciones, con las que aún no hemos entrado en contacto”, entre las que puntualizó: “negritudes, personas con diferentemente capacitadas, adultos y adultas mayores, trabajadoras del sexo, artistas de la calle y todo sector de la sociedad que haya sido invisibilizado, o bien nuevos grupos, producto de la acciones salvajes del modelo neoliberal del mercado”, finalizó.
La ILCO, fundada el 22 de agosto de 1988, nació con el objetivo de acompañar los procesos sociales y religiosos, en este acompañamiento, la iglesia definió desde un principio que su presencia estaría basada en tres pilares: palabra, sacramento y servicio. Acompañando, animando y desarrollando una reflexión que venga a fortalecer las luchas de las comunidades más desprotegidas de la sociedad costarricense. Estos propósitos, los ha mantenido en estos treinta años y ha venido abriendo el abanico de acompañamiento a más y más poblaciones. Desde la ILCO señalaron además que “hace 30 años no imaginábamos que el tema del calentamiento global, sería un tema de la iglesia, o el tema de las poblaciones sexualmente diversas”. Por lo que consideraron que “los objetivos para los que fue fundada la iglesia, se han logrado, se mantienen y se profundizan cada día más, hasta el nivel de convertirse en la identidad de la iglesia, sin los cuales, no podríamos llamarnos Iglesia Luterana Costarricense”.
Red de Comunicaciones - LAC
