Luteranos/as de Guatemala se oponen a la muerte de activistas de derechos humanos

Una ceremonia indígena en Guatemala rindiendo honor a la tierra y la creación. El respeto por el medio ambiente se desarrolla profundamente en las comunidades indígenas de Guatemala, muchas de las cuales ven hoy su forma de vida tradicional amenazada por proyectos de infraestructura. Foto: FLM/C. Kästner

 

Comunidades indígenas son las “más afectadas al defender su forma de vida”

(LWI) – El Programa de Centro América de la Federación Luterana Mundial, junto con la Iglesia Luterana Guatemalteca (ILUGUA), una iglesia miembro de la FLM, se ha manifestado contra el asesinato de un activista indígena de derechos humanos en San Mateo Ixtatan, en el estado de Huehuetenango el 17 de Enero.

Sebastián Alonso, de 72 años, fue muerto a tiros durante un enfrentamiento entre manifestantes y la policía o la seguridad armada en una manifestación pacífica contra la construcción de una planta hidroeléctrica en sus tierras. Las poblaciones indígenas locales se oponen al proyecto que se está realizando sin su consentimiento.

La declaración hace un llamado a la investigación de la muerte así como al respeto de los derechos de la población indígena. “En ese marco, creemos que todas las personas tienen derecho manifestarse para exigir la protección de sus recursos para vivir con dignidad” afirma la declaración.

 

Situación de los derechos humanos

La declaración demanda el cese de los “hechos de violencia contra las comunidades que se manifiestan para exigir el cumplimiento de sus derechos” y el cese de  “los proyectos que lejos de trabajar por el desarrollo de nuestras comunidades, solo vulneran sus derechos y traen consigo mayores injusticias, exclusión y pobreza”.

La muerte es otro ejemplo de la situación precaria de derechos humanos en Guatemala indica el Rev. José Pilar Álvarez, Pastor Presidente de la ILUGUA. “En las últimas semanas han sucedido otros ataques en el que han asesinado y herido a defensores y defensoras de derechos humanos en Guatemala”. Afirma que el país está llegando a ser extremamente inseguro desde que el gobierno suspendió las medidas de seguridad a más de 20 organizaciones y activistas de derechos humanos dejándoles en alta vulnerabilidad.

El propio Álvarez ha recibido amenazas por apoyar a las comunidades indígenas y por acompañarles en la defensa de sus tierras y recursos naturales y continúa en gran riesgo. “Sin embargo las más vulnerables son las comunidades campesinas e Indígenas” enfatiza. “Son las más afectadas y violentadas en sus derechos humanos en su labor de manifestarse pacíficamente defendiendo la vida y la integridad de su territorio”.

Derechos de la tierra y recursos naturales

Los derechos de la tierra y de las comunidades indígenas son retos actuales en Guatemala, un país marcado por la inseguridad social. Como parte del plan nacional de desarrollo, varios megaproyectos de la industria extractiva o de infraestructura se han organizado en tierras indígenas contra la oposición de las comunidades locales. Oposición a y protestas contra la construcción han sido reprimidas y criminalizadas, frecuentemente por la fuerza militar, incluyendo muertes de activistas de derechos humanos.

En Huehuetenago, los grupos indígenas estuvieron protestando por la construcción de tres plantas hidroeléctricas Projom I, II y San Andrés las que están siendo construidas en sus tierras sin su consentimiento e impactando severamente sus recursos naturales. El gobierno otorgó el permiso para la construcción sin una consulta a la comunidad exigida por la ley nacional e internacional. Desde entonces, protestas violentas y no violentas han sido recurrentes a través de la región.

La FLM - Centroamérica junto con la iglesia miembro local defiende los derechos humanos y la justicia climática. La FLM en Guatemala apoya a las comunidades indígenas en temas de derechos a la tierra y la adaptación al cambio climático para lograr la seguridad alimentaria y administrar los recursos naturales locales.

Declaración en Inglés