Rose Nathike Lokonyen hablará en el Estadio de Malmö

Rose Nathike Lokonyen en la capilla del Centro Ecuménico donde se encuentra las Oficinas de la FLM. Lokenyen será una de las personas que hablarán en el estadio en Malmö. Foto: LWF/M. Renaux

Atleta refugiada da testimonio en la Conmemoración Ecuménica

(LWI) – La atleta olímpica y refugiada Rose Nathike Lokonyen será una de las personas que hablarán durante la Conmemoración Conjunta Luterano-Católica en Suecia el 31 de Octubre.

Cuatro personas compartirán su testimonio en el estadio en Malmö. Una de ellas es Rose Nathike Lokonyen, una refugiada de 23 años de Sudán del Sur. Rose y su familia escaparon hacia el campo de personas refugiadas Kakuma en Kenia cuando tenía ocho años. Desde los 14 años, ella ha sido la jefa de la familia para sus cinco hermanos menores.

Del campo a la ovación

Rose fue capaz de cuidar de sus hermanos y terminar su educación en un colegio dirigido por la FLM. Ella se convirtió en un incentivo para el personal de la FLM, motivando a niñas a regresar a las escuelas y la sensibilización sobre el matrimonio precoz, el VIH y la violación – todos estos hechos a los cuales muchas niñas refugiadas enfrentan. Durante su poco tiempo libre, Rose jugaba futbol.

Este año, Lokonyen llegó a ser famosa como una de las cinco atletas de Sudán del Sur, atletas del equipo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Ella estuvo llevando la bandera Olímpica cuando el equipo ingresó al estadio Maracaná en medio de aplausos y la ovación en pié.

Un gran momento, comparte Rose, a una oportunidad para dar el rostro a los 65 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo. “Somos personas como todos los demás. Podemos hacer cualquier cosa y quiero mostrar de lo que somos capaces”, dijo.

La importancia de los deportes y la educación

El 29 de Septiembre, Lokonyen visitó la sede de la FLM en Ginebra y se reunió con el personal, entre ellas, con las y los directores de los 21 centros de operación de la FLM en 26 países incluyendo Sudán del Sur – de donde viene y de Kenia que ahora llama su hogar.

“La FLM fue parte de la vida de Rose desde que llegó a Kakuma. Este verano hemos seguido todas las noticias en los medios sociales sobre ella, hemos estado alentándola y hemos visto todas las carreras. Ella es un testimonio de la fuerza y resistencia de las personas con las que trabajamos” dijo María Immonen, Directora del Servicio Mundial de la FLM.

“Su ejemplo demuestra cuán importante es hoy no solo proveer alimento y refugio sino también actividades culturales, deportivas y de educación a las personas desplazadas” añadió Immonen. “Estamos muy orgullosas y honradas que ella dará su testimonio sobre la labor del Servicio Mundial/FLM en  Malmö”.