“Un tiempo de reflexión profunda”

Obispo Jack Urame, Iglesia Luterana Evangélica de Papúa Nueva Guinea. Foto: LWF/A. Weyermüller

El Obispo Jack Urame (ELCPNG) ve en retrospectiva el Retiro de Líderes y Lideresas Recientemente Elegidos/as

WITTENBERG, Alemania/GENEVA (LWI) – Jack Urame (49) fue elegido Obispo Principal de la Iglesia Evangélica Luterana de Papúa Nueva Guinea en enero de 2016 y tiene un mandato de cuatro años en esta posición con la opción de ser reelegido una vez. Fue instalado en marzo de 2016.

En una entrevista con la Lutheran World Information él comparte ideas sobre los desafíos que enfrenta su iglesia, sus experiencias de liderazgo y las percepciones adquiridas durante el Retiro de líderes y lideresas recientemente Elegidos/as. Este retiro de la Federación Luterana Mundial (FLM) tuvo lugar en Ginebra, Suiza, y Wittenberg, Alemania, del 7 al 16 de septiembre.

Obispo Urame, por favor díganos algo sobre el contexto en el que usted y su iglesia viven.

Papúa Nueva Guinea es una antigua colonia alemana que fue tomada como territorio bajo mandato por Australia tras la Primera Guerra Mundial. En 1975 nuestro país ganó su independencia en un proceso pacífico.

La Iglesia Luterana en Papúa Nueva Guinea también tiene raíces alemanas, en concreto en la obra de la misión de Neuendettelsau en Baviera - todavía tenemos una asociación con ellos hoy. La iglesia ha crecido a cerca de 1,5 millones de personas y es la segunda iglesia más grande del país, después de la iglesia Católica Romana.

Como Obispo principal tengo a cargo 17 distritos con cerca de 1.000 pastores. Es una práctica común que las congregaciones cuiden a su pastor o que el pastor tenga otra profesión para ganar su vida. Yo mismo era un maestro. Una vez que terminé mis estudios teológicos, trabajé en el Instituto Melanesio de Servicios Pastorales y Económicos, un instituto ecuménico que realizaba investigaciones sociales y culturales para las iglesias.

¿Cuáles son algunos de los principales problemas que se presentan en su iglesia?

Por un lado, la sociedad en Papúa Nueva Guinea es muy tradicional, y las personas dependen de la agricultura para sostenerse. Grupos y tribus patriarcales están muy extendidos. Por otro lado, tuvimos una gran afluencia de nuevas tecnologías, particularmente en la industria minera, y el neocapitalismo. Las ciudades se han desarrollado donde las personas deben encontrar nuevas formas de interactuar entre sí. Una de las maneras de hacer esto es establecer nuevas congregaciones.

Durante mi trabajo en el instituto ecuménico hicimos estudios sobre temas que hoy siguen siendo relevantes. La hechicería, la brujería y el cristianismo es uno de ellos. Se esfuerza por sacar a la luz los problemas que siguen las acusaciones de hechicería y brujería en Papúa Nueva Guinea.

Un otro tema es La Política de Dar y Recibir, que se hace eco de las opiniones de la forma en que Papúa Nueva Guinea nombra a sus líderes y lideresas, y la forma en que estos líderes y lideresas se comportan sigue siendo fuertemente influenciada por la tradicional “cultura de reciprocidad” y por intereses muy locales.

La iglesia Luterana tiene numerosas escuelas alrededor del país y nosotros hicimos un estudio sobre la educación inclusiva que es la política oficial. El objetivo es que los alumnos y las alumnas con o sin discapacidades vayan a las mismas escuelas. Las personas con discapacidad están acompañadas por personal educativo especial.

Considerándolo todo, la iglesia hace recomendaciones al gobierno sobre muchos temas. Ya sea que se tomen no siempre depende de nosotros. Sin embargo, hemos tenido éxito en abogar contra la introducción de la pena de muerte y contra los planes para emprender actividades de minería en aguas profundas.

El desafío general para los líderes de la iglesia es de establecer un buen liderazgo para ayudar a cultivar una iglesia saludable. Es una iglesia que toma temas teológicos y sociales para responder a las necesidades de la gente. La palabra de Dios debe relacionarse con asuntos contemporáneos - debe ser pertinente y significativo; y debe mover a la gente a actuar.

¿Cómo ha conmemorado su iglesia los 500 años de la Reforma?

Este año de Conmemoración es un tiempo de profunda reflexión y un tiempo para hacer preguntas críticas sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre cómo podemos vivir juntos como una comunidad global. Necesitamos levantar las ideas de Lutero sobre la gracia, sobre la desigualdad, etc. y hacerlas relevantes a hoy.

Cuando visito el Norte, encuentro que se presta mucha atención a los aspectos históricos de la Reforma. En Papúa Nueva Guinea la gente se identifica con Lutero no tanto como una persona histórica, sino más bien como un concepto o idea de ser. “Soy luterano gracias a Lutero” es la forma en la que lo diríamos en mi contexto. Es como una relación de sangre.

¿Para usted cuáles fueron los destaques del Retiro de Líderes y Lideresas Recientemente Elegidos/as en Wittenberg y Ginebra?

He adquirido una comprensión más extensa de saber que no estoy solo y la Iglesia Luterana de Papúa Nueva Guinea no es la única - eso da mucho ánimo.

También he llegado a comprender que los obispos y obispas de otras partes del mundo tienen los mismos desafíos que tenemos en Papúa Nueva Guinea. Todos nos enfrentamos a pruebas en el ministerio pastoral. Todos/as necesitamos mejorar la educación teológica, también para las personas laicos/as.

Cuando tenemos los mismos desafíos, juntos/as también podríamos encontrar las respuestas adecuadas.

Traducción Red de Comunicaciones LAC