“Un momento decisivo para la iglesia”

El Rev. Dr. Martin Junge durante la presentación de su informe al Consejo de la FLM. Foto: FLM/Albin Hillert

El secretario general, Rev. Dr. Junge, informa al Consejo de la FLM

GINEBRA (LWI) - En los años venideros, la Federación Luterana Mundial (FLM) trabajará para dar más apoyo a las iglesias miembro en su ministerio y reforzar el testimonio de la iglesia en el mundo, subrayó el Rev. Dr. Martin Junge, secretario general, en el informe presentado al Consejo de la FLM, el 29 de junio, en Ginebra.

Entre los temas que expuso figuran un empeño más profundo con la justicia climática, nuevas redes de educación teológica, el continuo compromiso con la justicia de género, la participación de la juventud, las relaciones ecuménicas y el compromiso para abordar las raíces del sufrimiento, al tiempo que se atienden las necesidades de personas refugiadas y desplazadas.

“Vivimos en tiempos complejos. Muchos acontecimientos apuntan a la creciente polarización y fragmentación en el mundo y, de hecho, también en la iglesia”, señaló el secretario general Junge y añadió: “Frente a este contexto, las iglesias están llamadas a ser voces de esperanza”.

“Es realmente un momento decisivo y desafiante para la iglesia. Aun así, ¡no puedo pensar en un tiempo mejor para ser iglesia! Porque a la iglesia se le ha confiado el mensaje de Cristo: un mensaje de esperanza que ahuyenta el temor; de compasión que desafía la indiferencia; de justicia que resiste a la opresión y de reconciliación que sustenta la construcción de la paz. La iglesia tiene un mensaje que se necesita con tanta urgencia hoy en día”, sostuvo.

Convocar y apoyar a las iglesias miembro

La FLM está poniendo cada vez más énfasis en el fortalecimiento de la identidad luterana y la educación teológica. “Construyendo a partir de las numerosas iniciativas locales y regionales, entendemos que nuestro rol consiste en convocar a iglesias miembro e instituciones de teología en una red participativa”, prosiguió Junge explicando que la nueva red de educación teológica tendría por objetivo “facilitar posibilidades de aprendizaje transcultural y fomentar las condiciones para una educación y una formación transformadoras”.

Asimismo, la FLM continuará aprovechando el impulso de los acontecimientos ecuménicos actuales y promoviendo el diálogo continuo con las comuniones católica, anglicana, reformada, menonita, pentecostal y ortodoxa.

En su informe, el secretario general afirmó el compromiso de la FLM con la ordenación de la mujer. Al referirse a la resolución de la Duodécima Asamblea al respecto, indica que esta resolución “nos da una orientación clara y firme para nunca permitir que la ordenación de la mujer sea negociable, incluso en nuestro compromiso ecuménico”.

También animó a las iglesias a incluir a personas jóvenes en sus instancias decisorias de todo nivel, en particular, cuando se habla de esfuerzos relativos a la sostenibilidad y la renovación de las iglesias. “Ninguna generación debería pensar y trabajar por la iglesia que espera dejar a la próxima generación sin reflexionar junto con esa próxima generación”, dijo.

Además, ofreció aliento y apoyo a una iniciativa de las iglesias de Europa que “están trabajando juntas, compartiendo buenas prácticas y reflexionando juntas sobre la renovación de la iglesia”.

La voz profética de las iglesias

Junge reconoció las dificultades que plantean a las iglesias las actuales tendencias políticas de “polarización y fragmentación”. Alentóa las iglesias miembro de la FLM a evitar la tentación de guardar silencio frente a la injusticia por temor o de incorporarse a movimientos populistas, supuestamente para proteger la identidad cristiana de la iglesia, el país o la región. Acto seguido, preguntó: “¿A Dios realmente le gustaría ser protegido de esa manera?”

El secretario general, reconoció especialmente a las iglesias miembro que viven en contextos de violencia por seguir “alzando la voz para llamar a la paz”.

La FLM abordará con más énfasis la problemática de la justicia climática haciendo de esta una prioridad a fin de concientizar y apoyar a las iglesias para que afronten las consecuencias del cambio climático. “Considero que la FLM con sus sólidos compromisos teológicos, diaconales y de defensa de causas se encuentra en una posición incomparable para aportar una enorme diferencia en momentos en que la familia humana lidia con la cuestión del cambio climático y estudia de qué manera asumir este desafío”, afirmó.

Fortalecimiento de las instituciones internacionales

El secretario general destacó especialmente la labor de la rama diaconal de la FLM, el Servicio Mundial, como “una expresión activa del amor de Dios manifestado a toda la humanidad”. El año pasado, a través de su compromiso, la comunión de la FLM “llegó y tocó directamente la vida de más de tres millones de personas, la mayoría refugiadas y desplazadas internas”. Esta cifra marca un nuevo record, aunque triste, y es correlativa al número sin precedente del desplazamiento forzado de personas de todo el mundo.

La FLM no se limita a atender a las víctimas del sufrimiento humano, también aborda las raíces del mismo. En los próximos años se pondrá el foco en el fortalecimiento de las iniciativas e instituciones internacionales. El año pasado, la FLM fue una de las pocas ONG llamadas a participar con las Naciones Unidas en la elaboración del Pacto Mundial sobre los Refugiados.

Refiriéndose a este tiempo decisivo para ser iglesia, recordó al Consejo que “no sabemos lo que nos depara el futuro, pero sí sabemos quién nos lo depara”. Entonces, alentó a la comunión a seguir avanzado “con un sentimiento de gratitud y confianza en la presencia misericordiosa de Dios”. Por último, exhortó a mantenerse fieles a “la visión inquebrantable acerca de esta comunión, arraigada en Cristo, que vive y trabaja junta por un mundo justo, pacífico y reconciliado”.

 

 

La reunión de 2018 del Consejo de la FLM tiene lugar en Ginebra del 27 de junio al 2 de julio con el tema “Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron” (Mateo 10.8, RVC). El Consejo de la FLM se reúne una vez por año y es su más alta autoridad entre las asambleas. Está integrado por el presidente de la Federación, el presidente del Comité de Finanzas y 48 vocales de iglesias miembro de las siete regiones de la FLM.