Un encuentro de amistad

Cruz de velas que inspira a seguir siendo luz en el mundo. Foto: C.Bader

Timbó/Ginebra (LWI) - Más de 1,500 personas jóvenes de veintidos iglesias Luteranas del mundo se dieron cita al Congreso de Juventud (Congrenaje), un evento que se realiza cada dos años, de la Juventud de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB). El evento nacional auspiciado por la Juventud de la IELCB y acompañado por las oficinas de la comunión de Iglesias Luteranas a nivel mundial tuvo el objetivo de promover la constante reforma entre la juventud debido a que su presencia y sus acciones de fe ya contribuyen a cambios en las iglesias locales. De estas experiencias, Pablo Alejandro Solórzano Gudiel de la Iglesia Luterana Guatemalteca – ILUGUA comparte lo siguiente.

A casi un año de habernos conocido en el Taller de Jóvenes Reformadores y Reformadoras de Wittenberg en 2015, alguien había mencionó una frase que resonó con esperanza en nuestros pensamientos: “somos hojas que el viento separa y después de un tiempo las junta”. Dios nos ha permitido cumplirlo y entre abrazos de amistad y el compartir testimonios del trabajo diaconía, aprendemos sobre trabajar para ser sal y luz del mundo.

En un espacio previo a la realización del 23avo. CONGRENAJE de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana de Brasil (IECLB) está permitiendo que jóvenes de 22 diferentes países de Latinoamérica y el mundo hemos estado compartiendo la misión de SER SAL Y LUZ PARA EL MUNDO. Misión que aceptamos como la respuesta del profeta Samuel al llamado de Jehová “Heme aquí, que tu siervo escucha”. Llamado que tomamos como una responsabilidad conjunta de trabajar unidos en la comunión cristiana dentro de los caminos de la Diaconía.

El servicio diacónico cristiano debe ser nuestro camino y constituirlo como un faro que brinde esperanza y alivio a todos aquellos que viven con sufrimiento y aflicciones. Este camino debe fundamentarse en los principios del amor al prójimo y el servicio cristiano, justo como Jesucristo menciona a través del evangelio de Marcos 10: 45 “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, SINO PARA SERVIR, y dar su vida en rescate por muchos”.

Un símbolo de la amistad es la diversidad, a veces hemos escuchado “que los amigos son la familia que uno elige para compartir las alegrías y la vida”, pero es quizás una frase en lo personal incompleta, porque debería decir los amigos son un regalo de Dios que pese a sus diferencias de raza, ideas, lenguaje y edad. Aprendimos que podemos ser como un vitral y dentro de la obra de Dios cada uno con nuestras diferentes formas y colores somos parte de la creación divina. Como la comunidad Xokleng cuidando la biodiversidad de la tierra y su cultura que brinda diversidad a la humanidad, de ellos tomó la consciencia de decir que todo ser humano es capaz de mantener la llama viva de la esperanza y ser luz de cambio a través de la sabiduría en pro del cuidado del ambiente para futuras generaciones.

Como Jóvenes Reformadores y Reformadoras, hemos reconocido que la tarea es grande pero es un desafío cuya recompensa será la justicia social que nos permite labrar los caminos de la paz para labrar la justicia social. Debemos buscar que este mundo que vive en oscuridad sea iluminado por la luz de nuestro trabajo que busca cambiar este mundo en un lugar mejor. Pequeñas personas haciendo pequeñas cosas, pueden cambiar el mundo completo. ¡Ve y sé sal y luz del mundo para el bienestar de todas las naciones!

Red de Comunicaciones LAC