Pastora Luterana Nicaragüense pone sonrisas en los rostros de niños y niñas afectadas por el Sida

El trabajo con Sida en la Iglesia Luterana Nicaragüense “Fe y Esperanza” prioriza la niñez. La Revda. Soliette López, a la izquierda, Alexander García, Kevin Mena y Sergio Ríos participan en la fiesta Navideña infantil para niños y niñas que frecuentemente discriminadas/os, en la ciudad de Masaya, cerca de la capital de Managua. Foto: Daniela Cruz.

La FLM entre otras organizaciones de fe participando en Conferencia 2016 de Sida

(LWI) – La Pastora de Nicaragua Revda. Claudia Soliette López Ortega es parte de las personas delegadas de la Federación Luterana Mundial (FLM) quien instará el acceso de derechos iguales para las personas viviendo con VIH en la 21 Conferencia Internacional de Sida en Durban, África del Sur.

“El acceso a los derechos ahora” es el tema de la conferencia que tendrá lugar entre el 18 al 22 de Julio durante la cual personas defensoras tratarán de revocar las leyes que violan los derechos humanos y las niegan como personas –especialmente aquellas personas viviendo con VIH–  en su capacidad de participar en el mundo como iguales.

López dialogó con el Informativo Mundial Luterano acerca del ministerio en temas de Sida de la Iglesia Luterana de Nicaragua “Fe y Esperanza”.

“He trabajado con personas jóvenes en el área de prevención del VIH y Sida desde que tenía 13 años” comparte la pastora de 26 años.

Cuando adolescente, López y otras dos personas presentaron el argumento que la iglesia necesitaba demostrar compasión por las personas excluidas por la sociedad a la Obispa Dra. Victoria Cortez Rodríguez en 2003, cuando pidieron que la iglesia se involucre en la prevención del VIH.

Enfoque Integral

Después de su ordenación en 2011, López fue enviada a una comunidad viviendo con VIH en la ciudad de Masaya. Durante los tres primeros años su equipo trabajó “sólo con el tema de la prevención dando conferencias y capacitación en nuestras comunidades de fe, colegios, universidades e iglesias de otras denominaciones”.

Su perspectiva cambió después que se encontraran con el grupo de autoayuda de personas viviendo con VIH y comenzaron a ofrecerles apoyo espiritual.

“Estando cerca al grupo, comenzamos a ver sus necesidades de manera más integral. Además de ser personas con VIH, eran personas con bajo estatus socio-económico, personas con poca educación, con preferencias sexuales diferentes y con poco a nada de fe. Todo esto, añadido a la condición de VIH, les hacía una población vulnerable en la sociedad, entonces decidimos tomar acción para influenciar y hacer la diferencia en sus vidas” recuerda la joven pastora.

En aquel momento, Nicaragua tenía alrededor de 6,400 personas viviendo con VIH, de acuerdo a la organización de las Naciones Unidas (UNAIDS). Hoy, el país todavía tiene una relativa prevalencia baja de VIH con cerca de 7000 personas. Sin embargo el acceso al tratamiento es limitado debido  a que muchos hospitales y centros médicos públicos tienen mal servicio de salud. El trabajo diaconal de la iglesia incluye visita a pacientes con Sida en los hospitales, para quienes personas voluntarias les ofrecen comida y artículos de aseo.

Derechos de la Niñez y fiestas Navideñas

Trabajar con la niñez es otra prioridad de la iglesia. “Me rompe el corazón escuchar historias sobre niños o niñas que nunca han sido invitados/as a una fiesta de cumpleaños porque los vecinos/as saben de su estado de HIV o porque saben que están vinculados a alguien viviendo con VIH” dice López.

Hace ocho años, la iglesia lanzó una fiesta anual para la niñez afectada por el VIH, por lo general celebrada en Diciembre. “En esta fiesta, los niños y niñas que son positivos, huérfanos/as o de familias viviendo con VIH pueden divertirse y comer juntos/as. Los miembros del ministerio de la juventud se disfrazan de Santa Claus, payasos o personajes que les gusta a los niños y niñas. Los fondos recaudados por amistades del ministerio de jóvenes se usan para comprar juguetes y comida, y sobre todo, para llevar mucho amor y alegría” añade.

La fiesta anual es también una plataforma para la incidencia sobre el tratamiento, el estigma y la discriminación vivida por las personas afectadas por el Sida. “Sorteamos canastas con alimentos básicos entre niños y niñas que son positivos. Nos aseguramos que estas cestas tengan la nutrición básica para un paciente que está con tratamiento antirretroviral. El año pasado tuvimos 62 niños y niñas en nuestra fiesta, incluyendo 27 que son VIH positivo”.

En la comunidad, el equipo de la iglesia también ofrece capacitación para iniciar pequeñas actividades que generen ingresos como arte y artesanía y así, mejorar el estándar de vida de las personas. “Procesamiento de joyas, producción de piñatas, de ollas de arcillas tradicionales y hamacas que son cosas que se pueden vender para sobrevivir” indica López.

Juntando esfuerzos para la incidencia

Nicaragua tiene cerca de 3,400 recibiendo el tratamiento antirretroviral gratuito, de las 7,000 personas viviendo con VIH. “Pero todavía hay muchas más que por diversos factores no están recibiendo el tratamiento antirretroviral. Es por ello que nuestra iglesia seguirá en alianza con las ONGs y otras organizaciones incidiendo sobre este tema” enfatiza López.

En Durban, ella espera aprender de otros grupos y actores/as de fe a compartir sobre el trabajo de la iglesia miembro de la FLM, la Iglesia Luterana de Nicaragua “Fe y Esperanza”.

“Como Cristianas creemos firmemente que estamos enviadas a luchar como lo hizo Jesús contra la injusticia. Nuestro trabajo siempre toma el enfoque de la defensa de los derechos humanos de las personas viviendo con VIH independiente de su sexo, raza, preferencias sexuales o su posición política” concluye.

Delegados de iglesias miembro de la FLM de India, Malawi, África del Sur, Tanzania, Estados Unidos y Zimbabue también atenderán la conferencia en Durban a la Pre-Conferencia Interreligiosa organizada por el Consejo Mundial de Iglesia y organizaciones relacionadas del 16 al 17 de Julio.