Nuevo miembro de la FLM: Iglesia Evangélica Unida en Cuba Sínodo Luterano

Una congregación de la nueva iglesia miembro de la FLM, la Iglesia Evangélica Unida en Cuba Sínodo Luterano se reúne en Santiago de Cuba. La iglesia tiene más mujeres ordenadas líderes que hombres. Foto: Iglesia Evangélica Unida en Cuba Sínodo Luterano

 

(LWI) - Cuando la Iglesia Evangélica Unida en Cuba Sínodo Luterano (IEU-SL) se enteró que había sido aceptada como miembro de la Federación Mundial Luterana (LWF), las celebraciones duraron más de una semana.

“Para IEU-SL, unirse a la FLM significa la certeza que ahora somos parte de la comunidad luterana internacional. Ya no estamos solos. Ahora podemos comenzar a dar pasos unidos con nuestros hermanos y hermanas de la fe”, dice el obispo Ismael Laborde Figueras.

Ser parte de la comunión luterana nos permite dar y recibir en todos los sentidos. Podemos aprender de otros y al mismo tiempo ofrecer los dones que el Espíritu Santo nos dio”, dice. “Podemos ofrecer la experiencia de plantar una iglesia luterana en un contexto no europeo y mucho menos alemán. Podemos ofrecer experiencia en la educación de líderes en un país sin un marco legal para la acción de nuestra iglesia. Antes, estábamos relativamente solos. Ahora estamos acompañados”.

La IEU-SL cuenta con 1,500 miembros en 11 congregaciones en siete provincias. Tiene más mujeres que hombres en el ministerio como pastoras y diáconas, incluido una obispa auxiliar. Las mujeres también disfrutan del mismo derecho a ocupar cargos decisorios dentro de la IEU-SL y el consejo diocesano está compuesto principalmente por mujeres. Además, es la única iglesia en el país con un misal de música cubana, y sus producciones incluyen música góspel y música infantil.

Adoración, diaconía y ecumenismo

El programa principal de misión y evangelización de la iglesia, Proyecto JOEL Cuba, reúne a pastores/as y personas voluntarias laicas. El Proyecto JOEL distribuye Biblias y material bíblico, y realiza actividades que promueven la salud y el bienestar. Uno de sus grupos de música, JOEL Vixion, es uno de los más antiguos del país, viaja a través de aldeas e iglesias promoviendo la palabra de Dios a través de la música.

También hay un programa para construir iglesias o adquirir y adaptar edificios para el culto, lo cual es importante para una iglesia que comenzó en casas privadas. Hoy en día, la iglesia luterana celebra servicios de adoración y ejecuta sus programas desde el edificio Aposento Alto en Santiago de Cuba. “Tenemos otras propiedades que legalmente aún son propiedad de individuos privados que sirven a la iglesia. Estamos gestionando las transferencias de estas propiedades a la IEU-SL”.

Los miembros de la iglesia luterana cubana representan todos los estratos de la sociedad del país, incluidas las personas marginadas. Es una iglesia que promueve su vocación ecuménica a través del diálogo, celebraciones y otros actos de colaboración con protestantes y católicos.

Sus laicos y hombres y mujeres ordenados participan activamente en el trabajo de servicio social o diaconía en la sociedad cubana, especialmente promoviendo los valores de justicia y equidad. Un programa que comenzó en 2002 brinda asistencia pastoral y de diaconía a los grupos vulnerables, especialmente a los ancianos y las personas que viven con VIH y SIDA.

Educación teológica

En el año 2000, la iglesia abrió su seminario teológico, que ofrece estudios bíblicos y cursos que van desde el certificado básico de abandono escolar en educación cristiana hasta un diploma de seis años. “Debido a que somos una iglesia confesional, que confiesa y que existimos en un país con un alto nivel de educación, prestamos una atención especial al proceso de capacitación teológica”, dice el obispo. La iglesia también trabaja incansablemente en pequeños proyectos auto sostenibles para mantener su ministerio en Cuba y reemplazar gradualmente el financiamiento externo.

Aunque la iglesia es libre de organizar sus comunidades y predicar el evangelio sin persecución ni discriminación, el gobierno no permite oficialmente ninguna educación teológica. Otro desafío es el alto costo de vida. Los trabajadores se pagan en pesos cubanos (CUP), pero los bienes y servicios se valoran en la moneda nacional convertible (CUC), que está vinculada al dólar estadounidense. Con el ingreso diario de los trabajadores de menos de un dólar estadounidense por día, las contribuciones de los miembros de la iglesia son bajas.

“Todo esto hace que el ministerio de la iglesia sea desafiante y muy interesante, pero siempre encontramos un camino para avanzar, con la ayuda de Dios y nuestro ingenio”, concluye el obispo Laborde Figueras.

La FLM dio la bienvenida a la IEU-SL a la comunión luterana durante la reunión del Consejo de junio de 2018 celebrada en Ginebra.

Traducción Red de Comunicaciones LAC