Muerte de 39 niñas: “más que tres días de duelo, Guatemala exige justicia”

Iglesias y organizaciones basadas en la fe en Guatemala se unen al clamor por justicia y paz. Foto: latribuna.hn

 

CIUDAD DE GUATEMALA / Guatemala (LWI) – La tragedia sin precedentes ocurrida en marco del 8 de marzo ha elevado la muerte de niñas, adolescentes y jóvenes a 39 debido al incendio en el momento generado por las injusticias de abusos sexuales y físicos que sufrían en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción en el municipio de San José Pinula, en Ciudad de Guatemala.

La tragedia es una respuesta a la propia violencia a la que las niñas y adolescentes eran sometidas diariamente, violencia física, emocional y violación sexual que desencadenó en el trágico incidente. Según datos de la Secretaría de Bienestar Social de Guatemala que datan de noviembre de 2016, en el lugar residían 748 niños, niñas y adolescentes; era un hacinamiento ya que la institución sólo tenía capacidad para cuatrocientas personas.

El ciclo de violencia necesita de cambio

“Estamos sumamente consternados, tristes, con mucho dolor, lamentando la trágica muerte de 37 niñas, mientras que otras se debaten entre la vida y la muerte”, señaló el Rev. José Pilar Alvarez Cabrera, Coordinador General de la Iglesia Luterana Guatemalteca (ILUGUA). El líder luterano guatemalteco hizo un llamado para recogerse y pedir justicia mediante “más que tres días de duelo, Guatemala exige justicia”.

La ILUGUA se unió a las Iglesias que conforman el Consejo Ecuménico Cristiano de Gutatemala y a la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala en el clamor y en el pedido por justicia y paz. La manifestación de solidaridad con las víctimas y sus familias lleva el mensaje de exigir justicia al Estado: “Nos unimos las Iglesias en un espíritu ecuménico, para solidarizarnos con las familias de estas niñas y exigir al Estado de Guatemala, resarcimiento, reparación, medidas correctivas de las políticas de protección a la niñez y la juventud y sobre todo justicia ante este lamentable hecho”, dijo Pastor José Pilar ya que este hecho pone en evidencia la debilidad del Estado de Guatemala y su incapacidad para velar por la niñez y la juventud, además de desnudar el abuso y la impunidad con la que actúan algunos empleados públicos, así como la negligencia de ciertos funcionarios.

Por su parte, la Revda. Karen Castillo Echevarria, Pastora Presidenta de la Iglesia Luterana Agustina de Guatemala (ILAG) dijo: "Una vez más enfrentamos una tragedia de gran magnitud. Sabemos que los casos de femicidio alrededor del mundo han sido y se han convertido en parte de nuestro diario vivir. Vivimos en una sociedad que ve con indiferencia y naturalidad actos de violencia que no deberían suceder, no deberían ser aceptados y mucho menos justificados". La ILAG ha unido su voz de protesta pronunciándose sobre la violencia y está enfocando esfuerzos para seguir trabajando por cambios. "Nos basamos en una transformación de base educativa, en la que queremos provocar cambios desde los primeros años para ir cambiando poco a poco este ciclo de violencia y pobreza en que vivimos. Queremos romper este ciclo brindando la oportunidad de que adolescentes se capaciten en diferentes áreas y sean agentes de cambio en diferentes contextos y realidades en Guatemala" añadió Castillo.

“Estamos elevando nuestro clamor a Dios por justicia y para que nos llene de fuerzas y de esperanza, en medio de tanto lamento, dolor y sufrimiento” añadió Álvarez e hizo un llamado al Presidente de Guatemala para que velar y proteger a la niñez, adolescentes y juventud.

Voces de solidaridad desde otros países

Desde Argentina, varias organizaciones expresaron repudio por la muerte de la juventud en Guatemala a través de una amplia manifestación de mujeres en Buenos Aires el 08 de Marzo. La marcha en Buenos Aires terminó con 20 mujeres detenidas pero han reclamado justicia mediante un comunicado titulado "Guatemala. Estado femicida. Exigimos Justicia ¡Ni una menos! Vivas y libres nos queremos". El comunicado afirma que "fue esa violencia la que lo provocó, la que las empujó a incendiar esa realidad que tanto les dolía. Y no murieron por el fuego. Murieron porque los responsables de esa institución las dejaron encerradas mientras el horror se expandía e incendiaba sus cuerpos. Otra vez, niñas y jóvenes rebeldes murieron en la hoguera de las inquisiciones. El Hogar Virgen de la Asunción se volvió hoguera y centro de tortura" 

El comunicado responsabiliza al estado guatemalteco del hecho por tener "conocimiento de la saturación de espacio, y de cómo se resuelven los conflictos en estos centros de privación de libertad de los niños y niñas. Algo que puede replicarse en muchos países. 240000 niños, niñas y adolescentes, viven en instituciones devastadas en América Latina. Las niñas protestaban por los abusos sexuales en el interior del hogar. Pensaron tal vez que un 8 de marzo era un momento oportuno para llamar la atención sobre algo que ya había sido denunciado previamente, sin tener respuesta. El gobierno de Guatemala, el Estado, es responsable. No dio respuestas. No escuchó los gritos de dolor de las niñas. No escucha a sus familiares.

El 11 de Marzo se ha hecho entrega un documento conteniendo el mensaje de repudio y solidaridad por la muerte de niñas/os y jóvenes a la embajada de Guatemala en Argentina. Al documento se adherieron decenas de organizaciones de niñez de Argentina y una larga lista de personas de diferentes espacios sociales.

Foto del colectivo de organizaciones de Niñez presentes en la entrega del documento a la embajada de Guatemala en Argentina.

La Federación Luterana Mundial, Servicio Mundial, Programa Centro América, (FLM/SM CA) ha condenado la tragedia en albergue Hogar Seguro Virgen de la Asunción mediante pronunciamiento  mediante el cual se demanda:

  • Al Estado de Guatemala, que ha suscrito la Convención sobre los Derechos del Niño y otros tratados internacionales para la protección de la niñez y la adolescencia, una pronta investigación para determinar responsables en este lamentable hecho.
  • Medidas de protección y atención psicosocial a las víctimas y sus familias
  • Que el Estado guatemalteco cumpla con su obligación de proteger a las niñas, niños y adolescentes proporcionando el cuido y atención que por derecho les corresponde.

"Lamentamos que pese a que hubo señalamientos y denuncias previas de las víctimas y de instituciones que velan por los derechos de la niñez y la adolescencia, no se hayan tomado medidas al respecto, con lo que esta tragedia se hubiera evitado" expresa el pronunciamiento.

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Red de Comunicaciones LAC