Migración y Empoderamiento en la ILCO

Reunión de personas migrantes en Sarapiquí siendo orientadas para la obtención de residencia y ciudadanía. Foto: ILCO

 

SAN JOSE / Costa Rica (LWI) - La Iglesia Luterana Costarricense (ILCO) acompaña a migrantes en Costa Rica a través del Proyecto Promoción de los Derechos Humanos de Migrantes. El proyecto inició en 2007 en respuesta a las necesidades de asesoría y ayuda en el proceso de documentación especialmente de poblaciones Nicaragüenses.

El objetivo del proyecto es que las y los “líderes migrantes del Cantón Sarapiquí lleven a cabo de manera organizada acciones concretas para la defensa y promoción de sus derechos”. El proyecto se encarga de empoderar a líderes y lideresas migrantes en todos los procedimientos concernientes al trámite y los mecanismos de regularización migratoria y, a través de la pastoral migrante, la ILCO realiza alianzas con instituciones públicas a fin de que el acceso a las entidades de justicia permita que las personas migrantes alcancen su objetivo y obtengan su residencia o ciudadanía.

Una característica del proyecto reside en haber sido liderado por personas migrantes cuya experiencia de vida no sólo ha potenciado que la iniciativa se ocupe del aspecto de procedimientos administrativos sino del acompañamiento espiritual, emocional, y junto con otras iglesias como la Católica Romana y la Iglesia Adventista del Séptimo Día proveer apoyo financiero, alimentos y consejería sobre sus derechos laborales.

La coordinadora del proyecto, María Obregón,  ha compartido su experiencia. “Como mujer migrante, no ha sido fácil establecerse en Costa Rica. La cultura, costumbres el adaptarse a un estilo de vida diferente y la discriminación. Lo que te da fuerza es tus sueños, metas para un mejor futuro para tus hijos ,una mejor educación. El solo hecho de ser mujer debilita un crecimiento de preparación para una integración a un mercado laboral, con mejores oportunidades para tu desarrollo intelectual y para lograrlo lleva mucho tiempo. Hoy me siento afortunada de lograr parte de mis sueños después de 20 años creo que he logrado mi meta ver a mis hijos ser unos profesionales, estudiando  en una universidad y tener un trabajo digno”. 

La Pastoral Migrante de la ILCO responde al evangelio de Dios como buenas noticias a las personas extranjeras que viviendo en situaciones de vulnerabilidad reciben el mensaje de amor y justicia en la palabra y acción liberadora de Dios. Así, el acceso a la justicia las personas migrantes pueden aprender y ser acompañadas para caminar en el día a día con dignidad.

La ILCO ve el gran potencial, así como la contribución de la comunidad migrante en el país y en la iglesia Luterana. El proyecto ha beneficiado de manera directa alrededor de 450 personas migrantes. Los procesos para la obtención de la residencia o ciudadanía no son fáciles porque requieren del tiempo necesario del procesamiento administrativo. En 2016 cerca de 700 personas fueron ayudadas y acompañadas a encaminar el trámite de su documentación al ministerio de justicia  y el CSE   sin embargo 25 recibieron la documentación. “No sorprende este resultado” afirma  María Obregón  “ya que no es muy fácil la documentación por no tener la ayuda necesaria de los Consulado de Nicaragua para la población migrante de ese país, esto ha debilitado los procedimientos de tramitología pero se espera que el gobierno de Costa Rica llegue a un acuerdo con el Gobierno de Nicaragua este es un sueño de toda la población migrante Nicaragüense.

Para la ILCO el resultado no está solamente en el número de personas que obtienen los documentos sino en el empoderamiento que las personas migrantes experimentan en relación a sus derechos y la defensa y promoción de los mismo. 

El abrir puerta de la oficina de atención al migrante en Sarapiquí ayuda a  muchas personas: jóvenes (18-29) con un porcentaje de 43% en unión libre y un 41% soltero/a. Se considera que las oportunidades laborales son muy bajas pues alrededor de 50% de las personas migrantes no cuentan con un trabajo pese a ser personas en edad productiva. Las mujeres nicaragüenses asumen oficios domésticos remunerados. Es poco el porcentaje de personas con salario aceptable. La explotación a los trabajadores  migrantes es aguda debido a su condición y se viola sus derechos a lo que se añade que las personas no saben leer ni escribir en un 10%. Esto favorece  situaciones de abuso de derechos humanos.

En lo que respecta a la educación, existe un segmento de población migrante que afirma no haber estudiado en Costa Rica pero existe un número de joven que manifiestan contar con estudio en Costa Rica probablemente hijos e hijas de personas migrantes que ingresaron al país desde hace 20 años. Un 72% de personas migrantes tienen hijos nacidos en Costa Rica. Las familias cuentan con 2 a 4 hijos/as.
El impacto que la Iglesia Luterana hace en la comunidad de Sarapiquí está en la defensa de derechos y el empoderamiento de las personas migrantes en relación a sus derechos de residencia, trabajo, educación, salud, etc. El servicio a personas migrantes se hace también en contacto con la Red Comunitaria Migrante.

Red de Comunicaciones LAC