Las personas refugiadas pierden muchas cosas pero nunca sus derechos humanos

Rev. Dr. Martin Junge, Secretario General de la FLM. Foto: LWF/F. Hübner

Martin Junge agradece a Alemania por la audaz postura durante la crisis de personas refugiadas en el verano del 2015

HANOVER, Alemania/GINEBRA – (LWI) El Secretario General de la Federación Luterana Mundial (FLM), Rev. Dr. Martin Junge expresó su gratitud y respeto a las iglesias en Alemania y la República Federal toda por su enorme compromiso con las personas refugiadas.

Refiriéndose al verano en 2015, cuando Alemania abrió sus fronteras a personas refugiadas Junge dijo: “El Gobierno Federal envió una señal clara. El gobierno tomó su responsabilidad moral, humanitaria e ignoró la propaganda populista”  a parlamentarios y representantes de iglesias en un evento recibido por la Confederación de Iglesias Protestantes en Baja Sajonia el 14 de Abril en Hanover, Alemania.

Junge llamó a las y los líderes de las iglesias a continuar actuando en su mensaje de humanidad y bienvenida. “A ustedes se les necesita, no sólo por las personas refugiadas pero también por personas en su país quienes están en busca de orientación en la presente y desafiante situación”. Junge afirmó que las respuestas deben encontrarse en las preguntas y miedos de las personas como medio de vida cuando ven los números de personas refugiadas, si esos temores son justificados o no. De otra forma, corrientes de odio y violencia ganaría mayor apoyo.

 

A ustedes se les necesita, no sólo por las personas refugiadas pero también por personas en su país quienes están en busca de orientación en la presente y desafiante situación.

Rev. Dr. Martin Junge, Secretario General de la FLM

 

Reforzar las fronteras e un método miope

En vista del flujo de migrantes a Europa, Junge defendió firmemente una política Europea uniforme. Al mismo tiempo sostuvo que la reubicación de personas refugiadas fuera del territorio y el refuerzo de las fronteras no era una solución. “Cerrar las fronteras no resuelve ningún problema. Mantener a las personas refugiadas fuera de Europa no las hará desaparecer”.

Junge, un pastor Chileno, hizo un llamado a los participantes de la reunión a seguir con cuidado la evolución y no permitir un “aflojamiento” de los derechos humanos y de sus instrumentos. Dijo que su propia experiencia de la dictadura Chilena le hizo altamente sensible del peligro de violar los derechos humanos individuales. “Las personas refugiadas no deberían ser detenidas. Tampoco deberían ser retornadas a países que están categorizados como inseguros” enfatizó.

Junge motivó a “continuar manteniendo el mensaje de que las personas refugiadas deben ser tratadas humanamente. Aférrense a la actitud  de que las personas que han huido de sus hogares se han rendido y perdido una gran parte, pero no así sus derechos humanos”.

En la misma línea, Junge se refirió a la importancia de adherirse a la Convención de Ginebra sobre Personas Refugiadas de 1951: “Lo que se aplicó en 1050 para húngaros, latvios y alemanes […] ahora se debe aplicar en 2016 para sirios, eritreos e iraquíes”.

El Secretario General de la FLM dijo que él se oponía estrictamente a la yuxtaposición de la asistencia a las personas refugiadas y la cooperación para el desarrollo a largo plazo. Refiriéndose a las decisiones de algunos gobiernos en Europa, les hizo un llamado para no cortar su Ayuda Oficial al Desarrollo (AOI) a fin de financiar la respuesta a personas refugiadas en sus países porque esto agravaría las causas fundamentales de la migración, el conflicto y la violencia.

Políticos también agradecieron a las iglesias

Agradeciendo por la reunión, el Presidente del Parlamento de Baja Sajonia Bernd Busemann elogió el compromiso y la importante voz de las iglesias en la discusión política sobre personas refugiadas y migrantes.

El Obispo Ralf Meister de la Iglesia Evangélica Luterana de Hanover, quien es también el Presidente de la Confederación de Iglesias Protestantes en Baja Sajonia, prometió que las iglesias continuarán con su compromiso. En adición a la iglesia de Hanover, la confederación incluye a la Iglesia Evangélica Luterana en Brunswick, Oldenburg y Schamburg-Lippe, y a la Iglesia Evangélica Reformada.