La percepción de los y las protagonistas del taller de diaconía en Porto Alegre

Participantes de las iglesias luteranas de la región y de instituciones compañeras de la FLM. Foto: LWF/Eugenio Albrecht

 

PORTO ALEGRE/Brasil (LWI) Uno de los aspectos más destacados del taller de diaconía que la Federación Luterana Mundial (FLM) llevó a cabo en Porto Alegre entre los días 20 y 24 de noviembre de 2022 fue la propia percepción y comprensión de los y las protagonistas, que estuvo principalmente vinculado a sus tareas, a la posibilidad de encontrarse para trabajar en red, a la espiritualidad que impulsa cada una de las tareas, la importancia de trabajar en un espacio sano, así como la importancia de la capacitación bíblico teológico, de gestión y administración, entre otros aspectos.

A partir de varias dinámicas de trabajo, que incluyeron un profundo y sincero diálogo entre personas provenientes no sólo de diferentes iglesias y países de América Latina y el Caribe, sino además siendo muestra de una bella diversidad contextual representativa de la región, tanto en género como en edades. Este fue uno de los aspectos más valorados, porque han percibido que el contacto y la profundización de la temática ha permitido el enriquecimiento y se presenta como una oportunidad para que lo vivido sea llevado a cada uno de los territorios.

 

Aspectos trabajados por los grupos en los que abordaron las necesidades y las propuestas de trabajo. Foto: LWF/Eugenio Albrecht

 

“El tema de este encuentro es compartir la mesa en muchos sentidos”, describió la Rev. Sonia Skupch, Secretaria Regional para América Latina y el Caribe y Norteamérica de la FLM, puntualizando que “hay muchas cosas disponibles y mucha experiencia, pero necesitamos articular, siendo esa una de las funciones de la FLM”. Sobre ese aspecto, citó como ejemplo el trabajo que se realiza en el campo de la educación teológica, que a través de una red permite que cada vez que “dos o tres iglesias cercanas piden una capacitación, buscamos a las personas que puedan hacerlo”. En tal sentido, insistió “los recursos ya están, no hay que inventar nada, solo nos resta poder articular”, finalizó.

 

Cada persona tuvo además de expresar sus preocupaciones y necesidades. Foto: LWF/Eugenio Albrecht

 

El primer aspecto valorado por los y las participantes fue el eje de la espiritualidad, lo que marca la diferencia y pone el sello de la diaconía, ya que lo que se realiza en los territorios no es simplemente filantropía o caridad, sino una tarea que está basada en vivencias de fe y como consecuencia del llamado de Jesucristo. La formación bíblico teológica, así como en la administración y gestión de proyectos, fue el segundo eje destacado. Consideraron que es necesario contar con elementos propios de la teología luterana, pero también poder formar profesionales en diversas áreas.

Otro de los aspectos con destaque es la importancia de hacer incidencia pública desde la diaconía, a modo de voz profética y de testimonio en las sociedades en las cuales las iglesias están insertas. En el mismo grado surgió la necesidad de acompañar todo lo referido a la búsqueda de herramientas que de encaminen al tratamiento de cuestiones vinculadas a la justicia de género, el desarrollo de la formación y liderazgo de mujeres, el acompañamiento a las víctimas de violencia basada en género, entre otros aspectos.

 

Momento de bendición en el marco del devocional de la mañana del 23 de noviembre. Foto: LWF/Eugenio Albrecht

 

Para reforzar el espacio de la capacitación, la Rev. Katariina Kiilunen, Ejecutiva del Programa de Desarrollo de Capacidades y Liderazgos de la FLM, valoró la identificación de las áreas en las que es evidente una necesidad de reforzar. Sobre eso indicó que la FLM posee un importante programa de becas: “desde el inicio hemos ofrecimos becas en el área de la diaconía”, por lo que “cada año el 1 de agosto se envía una llamada para que las personas se inscriban y accedan a las becas, con el objetivo de equipar donde es necesario y ayudar a las iglesias a que realicen su misión holística y diaconal”, indicó y se esperanzó “queremos preparar la próxima generación de líderes de la comunidad luterana”, finalizó. Esta oportunidad fue muy valorada y varios participantes mostraron interés y realizaron preguntas sobre la manera de solicitar una beca, así como las condiciones.

Todavía sobre la articulación, Fernandes Vieira dos Santos, de la Red de Diaconía de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB) compartió que ese espacio tiene un camino de trabajo conjunto en todo el Brasil y quizás puede ser una referencia para la articulación de esfuerzos a nivel de toda la región. “Aprendí mucho esta semana con colegas con la que no me encuentro personalmente y algunos que no conozco, pero me llenaron el corazón de nuevas ideas y me doy cuenta que tenemos una red muy grande en toda América”, por lo que “tenemos que pensar una forma para que el intercambio no termine en esta semana, porque lo que se aprende y vive en un espacio como este, no lo puedes ver en ninguna universidad” “Necesitamos compartir un poco mas, sentarnos a aprender”. “Es necesario seguir aprendiendo con nuestros vecinos y vecinas”, detalló.

Una de las tantas dinámicas que se realizó durante el taller. Foto: LWF/Eugenio Albrecht

 

El taller “Compartiendo la mesa” se realizó en Porto Alegre, al sur de Brasil y participan 38 personas de diferentes iglesias luteranas y de organizaciones compañeras y tuvo como anfitriona a la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB). Se propuso analizar la realidad, así como los desafíos, con la finalidad de reflexionar en la búsqueda de modelos diacónicos. El taller contó con la organización y coordinación de la Rev. Katariina Kiilunen, Ejecutiva del Programa de Desarrollo de Capacidades y Liderazgos de la FLM y el apoyo de la Rev. Sonia Skupch, Secretaria Regional para América Latina y el Caribe y Norteamérica de la FLM.

Red de Comunicaciones – LAC