La ONU avala la labor de la FLM relativa a los objetivos de desarrollo

Michael Møller, Director General de la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, habla del lanzamiento de Despertando al Gigante, herramienta de autoevaluación, el 17 de junio. Foto: FLM /A.Hillert

Nueva herramienta en línea para ayudar a las iglesias a vincular su labor con la Agenda 2030 de la ONU

GINEBRA (LWI) – El mundo necesita de urgencia el aporte de las iglesias luteranas y otras organizaciones basadas en la fe, si se quieren lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Este fue el mensaje de Michael Møller, Director General de la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, al Consejo de la FLM, el 17 de junio, durante el lanzamiento de una herramienta en línea para ayudar a las iglesias a evaluar su labor en materia de desarrollo, asistencia humanitaria y derechos humanos respecto a la Agenda 2030 de la ONU.

En todo el globo, las iglesias y organizaciones relacionadas con estas participan en primera línea de la educación y la atención de salud, combatiendo la pobreza y promoviendo la paz, la justicia y la igualdad de género. En muchos casos, esa labor se lleva a cabo en los lugares más remotos donde gobiernos y otras instituciones están ausentes. A menudo, también ofrece medios de subsistencia a personas y comunidades, y continúa luchando con las consecuencias de desastres o conflictos mucho después que otras agencias internacionales de ayuda se hayan ido.

Pero no todas esas iglesias están al tanto de la proximidad con que sus esfuerzos se alinean con la labor de las Naciones Unidas que recogen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. La iniciativa “Despertando al Gigante” de la Federación Luterana Mundial (FLM) se lanzó en octubre de 2018 para vincular a las iglesias con dicha agenda de la ONU y reforzar aún más su labor a través de nuevas asociaciones con cartografías y planificaciones comunes.

Las asociaciones son la clave

Al dirigirse a lideresas y líderes luteranos de todas partes del mundo, el Sr. Møller dijo que “la asociación es el ‘hilo conductor’ que debe atravesar todas nuestras acciones destinadas a implementar los ODS”. En un mundo de “creciente desigualdad, intolerancia cada vez mayor y erosión de los derechos humanos [...] en el que se cuestiona el multilateralismo”, señaló, hay una urgente necesidad de un esfuerzo de las múltiples partes interesadas en el que cada organización religiosa, empresarial y de la sociedad civil, así como instituciones académicas, medios de comunicación, cada ciudadana y cada ciudadano, mayores o jóvenes, tienen que ser participantes activos”.

El alto funcionario de la ONU añadió que: “La FLM, junto con otras organizaciones basadas en la fe, es una asociada indispensable de la ONU, porque no solo “puede movilizar mentes, sino también conmover almas y corazones” a través de su red de 148 iglesias miembro en 99 países.

Una lente luterana en los objetivos mundiales

El arzobispo Dr. Panti Filibus Musa, Presidente de la FLM, subrayó que “históricamente las iglesias desempeñaron un rol importante en la prestación de servicios sociales” desde la acogida de personas extranjeras a la lucha contra el VIH y el sida, de la lucha contra el cambio climático a la promoción de los derechos de la mujer. El servicio a las personas más necesitadas, añadió, es “una vocación basada en nuestra fe”, un valor “profundamente arraigado en nuestra identidad”.

En el marco de la iniciativa “Despertando al Gigante”, ya se implementaron programas piloto en Liberia, Tanzania y Colombia. Elizabeth Eaton, obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA por su sigla en inglés) y una de las vicepresidentas de la FLM, mantuvo que la pobreza es un gran problema en su país, pues “1 de cada 12 estadounidenses no sabe de dónde vendrá su próxima comida”. Describió las modalidades de trabajo de la ELCA “para incorporar una lente luterana en los objetivos mundiales” mediante la defensa de causas, la educación y prácticos proyectos de autoayuda. La ELCA es una de las asociadas financieras del programa, junto con la Iglesia de Suecia, Felm y Pan para el Mundo. 

Aprender, reflexionar y actuar

Julia Brümmer, coordinadora del Programa Despertando al Gigante, informó que los nuevos cuestionarios de autoevaluación están en el corazón mismo de una caja de herramientas para los ODS diseñada con el propósito de  ayudar a las iglesias a “aprender, reflexionar y actuar” sobre la manera en que pueden trabajar juntas en una colaboración más estrecha no solo con otros órganos religiosos, sino también con organizaciones nacionales, regionales e internacionales. Se alienta a las iglesias a celebrar la labor que ya están haciendo y a compartir los resultados a fin de desarrollar mejores prácticas. También se lanzó una campaña en las redes sociales para difundir la iniciativa lo más ampliamente posible.

El proyecto se sigue desarrollando y está previsto producir más materiales de referencia y formación. Ahora bien, el mensaje de la FLM a sus iglesias miembro es simple y claro: utilicen está nueva herramienta práctica para fortalecer la labor que ya están haciendo y unir las manos con otros organismos para garantizar que “nadie quede atrás”.

 

 

“Despertando al Gigante” es una iniciativa ecuménica global de la Federación Luterana Mundial. Su propósito es fortalecer la capacidad de las iglesias para contribuir de manera efectiva al logro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. A escala mundial, la iniciativa ofrece a las iglesias y organismo relacionados herramientas y formación para relacionar su labor en curso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En el plano nacional, las iglesias y los asociados ecuménicos establecen mecanismos de implementación para hacer el inventario de la labor que están llevando a cabo en relación con los ODS y participar en la planificación conjunta de la acción directa y la defensa de causas.

 

 

La reunión de 2019 del Consejo de la FLM se celebra en Ginebra del 13 al 18 de junio y tiene por tema “Porque conocemos la voz de Dios” (Juan 10:4). El Consejo de la FLM se reúne una vez por año y es la autoridad suprema de la organización entre una y otra asamblea. Está integrado por el presidente de la FLM, el presidente del Comité de Finanzas y las/os 48 representantes de iglesias miembro de las siete regiones de la FLM.