La ex Facultad Luterana de Teología fue refugio para exiliados chilenos
BUENOS AIRES / Argentina (LWI) - Se sabe que la ex Facultad Luterana de Teología, que funcionó en la localidad argentina de José C. Paz, Argentina, fue un refugio para personas exiliadas que huían de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. Sin embargo, esta semana se supo la historia de 19 personas que, habiendo huído de la dictadura chilena, fueron secuestrado por los militares argentinos. Se logró reconstruir sus historias y se supo que todos ellos salvaron sus vidas, yéndose al exilio.
Habían recibido asilo en la ex Facultad Luterana de Teología, a partir del trabajo de la Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes (CAREF). Sin embargo, luego de haber sido secuestrados el 28 de marzo de 1976, sólo se sabía que fueron mantenidos en la guarnición militar de Campo de Mayo y que al menos cuatro de ellos habían sobrevivido. Durante muchos años, se desconocía el destino de las demás personas, hasta que archivistas de CAREF encontraron un documento inédito que certifica su liberación y partida al exilio. El documento ha sido entregado al Archivo Nacional de la Memoria (ANM) de la Argentina, que funciona en la Ex ESMA, un espacio que funcionó como centro clandestino de detención y tortura durante la dictadura y que ahora es el principal espacio de la Memoria del país.
El documento tiene membrete de CAREF, está encabezado con la leyenda “Lista de detenidos” y enumera, a máquina, con nombre y apellido, las personas secuestradas de diferentes lugares. El primero mencionado es el “Refugio José C. Paz”. Luego, a mano, cada nombre tiene asignado algún país: Gran Bretaña, Canadá, Australia, Dinamarca, Francia, los destinos adonde esas personas fueron exiliadas. Juan Hankte, uno de los que había sido secuestrados contó desde Canadá que cuatro días después del golpe de Estado en Argentina, “un grupo armado con ametralladoras ingresaron al predio de la universidad” y se llevaron a quienes vivían allí. “Había hombres, mujeres y niños”, precisó. Mencionó que los militares argentinos “revisaban todas las habitaciones, buscaban papeles y aún sin encontrar nada los llevaron a un destacamento”, donde los tuvieron “afuera en el cemento, que hacía mucho frío y todo el tiempo los apuntaban”, que le pegaron, que los “apuntaban con ametralladoras”. Juan había venido desde Chile a Argentina en 1974, con su esposa e hijos. Vivieron en la pobreza durante algún tiempo –él durmiendo en la calle, inclusive– hasta que logró dar con la asistencia de CAREF y pudieron instalarse en la Facultad Luterana de Teología.
Recordó Juan que luego los llevaron a Campo de Mayo y los tenían encapuchados con una bolsa y atados de la parte de atrás. Que escuchó, durante las noches, que le pegaban a alguien y que una vez alguien fue mordido por un perro que estaba por allí. Dijo que les dieron algo de comer que estaba muy salado como así también que se escuchaban aviones y entre ellos les decían que los iban a llevar a Bolivia o tirarlos al mar. Que a los días los ataron “fuertemente” de las manos y los subieron a un camión, que los llevaron a “una comisaría en San Miguel” donde los hicieron firmar papeles, que de ahí lo llevaron a Migraciones y que por intermedio de Naciones Unidas pudieron quedar en libertad después de 18 o 19 días secuestrados.
CAREF había recibido respaldo tanto de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) como del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), lo que le permitió establecer acuerdos con hoteles en la Ciudad de Buenos Aires y en la región noroeste del conurbano bonaerense para la acogida de la población que migró al país. Además, se acondicionaron casas de iglesias, como la ex Facultad Luterana de Teología en José C. Paz, con el propósito de garantizar vivienda, alimentación, educación y atención médica a las personas y familias atendidas en el período comprendido entre 1973 y 1989.
Red de Comunicaciones - LAC (Fuentes: Página 12 y Clarin)