Jóvenes Reformadores y Reformadoras piden por la paz en El Salvador

La ILS hace un aporte significativo en el tema de paz, con gestos concretos, pero no es suficiente, la demanda juvenil en este y en otros temas es urgente. Foto: http://www.sls.org.sv


SAN SALVADOR / El Salvador (LWI) Como todos los años, este 2017, los y las jóvenes han lanzado un clamor al país y al mundo entero pidiendo paz. Una paz que según ellos y ellas se les ha negado tanto por el Estado como por las autoridades e instancias del país.

Cada año, más de 300 jóvenes llegan al Congreso Nacional de la Juventud Luterana Salvadoreña, Iglesia Luterana Salvadoreña (ILS), desde las Iglesias locales, listos y listas para celebrar el “Día Nacional de la Juventud Luterana de El Salvador” y para denunciar la falta de oportunidades reales, una práctica que por más de dos décadas vienen realizando cada 2 de agosto. Y no es para menos, porque la situación en El Salvador, es difícil: la violencia, delincuencia y criminalidad, según datos oficiales cerró 2016 con 5,278 homicidios, solo superado 6,656 homicidios del 2015 en su mayoría jóvenes y adolescentes.

En lo que va del 2017, solo en los primeros 40 días del año se registraron 327 muertes violentas. Aunque el comportamiento de las cifras varía, entre seis y doce muertes por día. En su mayoría estos crímenes son adjudicados a los tres grandes grupos pandilleriles que operan en todo el país: “Mara Salvatrucha MS13, “Barrio 18, Sureños” y Barrio 18, Revolucionarios” que en conjunto alcanzan más de 100 mil miembros.

La ONU señaló que de cada 100 personas que habita el planeta, 17 son adolescentes o jóvenes de 15 a 24 años y la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC) estima que una de cada 5 personas tiene entre 15 y 24 años en El Salvador. Esto significa que el llamado de la juventud frente a los medios de comunicación no es un invento, ya que existe un amplio segmento poblacional que con graves dificultades. Esto agravado por la falta de oportunidades reales en educación, empleo y otros rubros.

Un estudio de Catholic Relief Service CRS, sobre mercado laboral señala que la falta de experiencia es un obstáculo para que los jóvenes puedan tener un primer empleo, más del 40 por ciento de las empresas piden como requisito experiencia. Ante esta situación la ILS, impulsa algunas iniciativas en el tema de emprendedurismo juvenil, desde hace más una década Lutheran World Reliefe, LWR, o Socorro Luterano Mundial, apoya el Proyecto de Lucha Contra el Hambre, y desde allí más de una veintena de jóvenes de diferentes comunidades aprenden oficios vocacionales como mecánica automotriz, panadería, cosmetología, barbería, carpintería y otros. Al final del tiempo de preparación, que en su mayoría es dirigido por el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional INSAFORP, en convenio con la ILS, el proyecto contempla un fondo semilla, para que los y las estudiantes inicien su propio negocio.
Otra modalidad importante, es que la mayoría de Iglesias y Misiones Luteranas de la ILS, tienen una relación de hermandad con la Evangelical Lutheran Church in América, ELCA (Iglesia Evangélica Luterana de los Estados Unidos de América) y con otros Sínodo en el mundo y que éstos apoyan sobre todo a niñez y juventud en “Educación para La Vida”, es decir para el estudio formal y no formal.

El estudio formal es aquel inscrito a una institución educativa del Estado y el informal, son los talleres vocacionales que realizan en las iglesias en sus locales o en coordinación con instituciones como INSAFORP y otros. Son más de 2 mil estudiantes en estas modalidades en los diversos niveles incluyendo en universitario.

La ILS hace un aporte significativo en el tema de paz, con gestos concretos, pero no es suficiente, la demanda juvenil en este y en otros temas es urgente. Para ellos y ellas, la paz es lograr una vida plena, en donde pueden mostrar en su diversidad los dones y talentos. Pero lo que más urge es frenar la violencia y la criminalidad que mata. La apuesta el diálogo, tal como la propone IPAZ, Iniciativa Pastoral por la Vida y la Paz.

La juventud es un segmento poblacional muy exigente, sufrido y con muchos desafíos, mismos que debemos lograr atender como Iglesia y clamar juntos y juntas: Castillo Fuerte es nuestro Dios.

Red de Comunicaciones – LAC (ILS)