"Jesús derrotó la tumba": Reflexión Pascual del Pastor Roberto Trejo Haager

La imagen del amanecer recuerda que " son las mujeres quienes están en el sepulcro las que propagan al resto de los discípulos que Jesús ha resucitado". Foto ilustrativa


 

 

La cristiandad está contenta en esta fecha porque celebra la resurrección del Señor Jesús.

Conforme al testimonio de los evangelios, Jesús dejó atrás la tumba y derrotó la muerte; una muerte que había sido planeada a traición por quienes estaban en el poder, de tal manera que el ministerio de Jesús se había truncado momentáneamente pues él no podía estar más entre los suyos. Sin embargo, los evangelios nos mencionan que son las mujeres quienes están en el sepulcro las que propagan al resto de los discípulos que Jesús ha resucitado. Y al haber resucitado, Jesús puede continuar su ministerio de instrucción, impartir la paz a sus discípulos y animarles a que continúen con la predicación del reino de Dios. 

En estos tiempos de confusión religiosa, encontramos un sinfín de explicaciones, sobre todo en los medios electrónicos, de gente que pretende estar informada acerca de lo que le sucedió a Jesús: que si en realidad no resucitó; que si lo que le sucedió es que reencarnó; que si murió y su cuerpo fue hurtado por los discípulos (y es el testimonio de las autoridades judías y que encontramos en el Evangelio de Mateo). Todo esto, decía, puede provocar confusión entre la cristiandad y no quedarle claro qué fue lo que en realidad le sucedió a Jesús. Pero el testimonio bíblico nos habla no sólo de que Jesús volvió a la vida sino de que resucitó en su mismo cuerpo. La resurrección de Jesús, por lo tanto, nos habla de vida, nos presenta una nueva vida; un propósito claro para la vida porque la acción del resucitado la hace posible, pues él renueva y él vivifica.

En nuestra América Latina, tan conflictuada, tan maltratada y violentada, tan llena de corrupción, pareciera que el mensaje de la resurrección se queda atrás, pues luchar por mantenerse con vida es para mucha gente una tarea de todos los días. 

El profesor Guillermo Hansen, en su libro “En las fisuras” nos recuerda la tarea y compromiso que la Iglesia tiene para sí misma y para la sociedad. Es para sí misma la comunidad dirigida por el Espíritu Santo, pero lo es también para el mundo. Como pertenecientes a esa comunidad, testificamos de Jesús sobre su resurrección y su obra.  (hasta aquí la idea del autor).

Por lo tanto, como cristiandad nos damos cuenta que al ser quienes testificamos de Jesús, hallamos en él esperanza para continuar con nuestro caminar en esta tierra. Hallamos un motivo para reunirnos en comunidad de creyentes y celebrar la vida: la nuestra y la de nuestro Jesús. Por eso la cristiandad está contenta, porque tiene esperanza en su caminar cotidiano. Por eso, recordamos con alegría la resurrección de Jesús.

Rev. Roberto Trejo Haager
Pastor Presidente de la Iglesia Luterana Mexicana