ILCH expresa profunda preocupación por los hechos que han afectado al país

Integrantes de la mesa sinodal de la Iglesia Luterana en Chile durante la celebración de su Sínodo en Puerto Montt. Foto: ILCH comunicaciones.

 

SANTIAGO DE CHILE / Chile (LWI) – Este lunes 21 de octubre la Iglesia Luterana en Chile (ILCH) expresó su profunda preocupación y pesar por los hechos que han afectado al país. Entre otras cosas, señalaron que la “violencia que se ha alcanzado es de una intensidad inédita, que nos asusta y pone en riesgo la convivencia e institucionalidad nacional”. 

El documento emitido en representación de la Mesa Sinodal de la Iglesia, lleva las firmas Walter Dümmer Thomas y Alexis Salgado Rodríguez, Presidente y Obispo de la ILCH, que analizan el origen de las protestas, subrayando que “un malestar subyacente en la población”, el cual “debe ser analizado en forma seria y profunda por las autoridades de nuestro país, para dar solución a los problemas y abusos que se han venido dando desde hace varias décadas y que generan el descontento en forma efectiva y pronta”, dijeron. 

El liderazgo de la ILCH también indicó que están en contra de quienes se han aprovechado de las circunstancias de lo que consideraron “una legítima protesta pacífica", "para realizar actos delictuales, destruyendo propiedad pública y privada, saqueando y quemando negocios e infraestructura que son básicos para el normal desenvolvimiento de nuestra vida diaria y que han superado a las instituciones de seguridad”. 

Para finalizar, realizaron un llamado “a todos los líderes políticos, sociales, gremiales, religiosos e institucionales a que inicien un diálogo con una visión generosa, dejando de lado legítimas diferencias por el bien de la Patria y todos sus ciudadanos”. Según profundizaron, ese diálogo debe permitir “recuperar la sana convivencia y la gobernabilidad nacional”, devolviendo al país “al camino democrático de justicia y paz social”. En ese mismo sentido, la ILCH pidió por la unidad entre los chilenos “para enfrentar no solo lo inmediato sino -también- los problemas de fondo que generan sufrimiento”.

En el párrafo final de su misiva, el Obispo y el Presidente Luterano invitaron a orar, pidiendo “que Dios pueda hacer lo que el hombre no puede, que pueda generar en nosotros un corazón que frente al odio pueda contestar con amor, frente a la violencia podamos contestar con paz, y que sobre todo, pueda existir perdón y reconciliación”. Añadieron todavía que “esa es la forma como podemos comenzar a superar nuestros problemas” y en oración concluyeron, “para que la paz de Dios que sobrepasa nuestro entendimiento pueda colocar su mano sobre nuestro país”.

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Red de Comunicaciones – LAC