Iglesias que viven y trabajan juntas en la reforma continua

Rev. Martin Junge, secretario general de la FLM. Foto: FLM/S. Gallay

Equilibrio entre continuidad e innovación en la Estrategia de la FLM 2019-2024

Ginebra, Suiza - (LWI) - En ocasión del 501° aniversario de la Reforma, la Federación Luterana Mundial (FLM) lanza su nueva estrategia 2019-2024: “Con pasión por la iglesia y por el mundo”. Equilibrando continuidad e innovación, esta última identifica prioridades clave para la comunión de iglesias en los años venideros. El Rev. Martin Junge, secretario general de la FLM, habló de dicha estrategia con Lutheran World Information (LWI) y contestó a preguntas sobre la forma en que las iglesias luteranas trabajan juntas por un mundo justo, pacífico y reconciliado.

¿Por qué la FLM necesita una nueva estrategia?

A mi entender, principalmente por tres motivos: el mundo está cambiando, la comunión de iglesias de la FLM está evolucionando y en la Asamblea de 2017, las iglesias miembro declararon públicamente lo que es importante para ellas y lo que quieren hacer juntas en el mundo.

La estrategia responde a esas tres dimensiones describiendo los compromisos prioritarios de las iglesias miembro hasta la próxima Asamblea. Para mí, la estrategia es como la partitura de una orquesta que las iglesias miembro de la FLM entienden interpretar juntas, una melodía que se hace potente eco de la gracia redentora de Dios que libera a los seres humanos para que sirvan y amen al prójimo y a la buena creación de Dios.

Para mí, la estrategia es como la partitura de una orquesta que las iglesias miembro de la FLM entienden interpretar juntas, una melodía que se hace potente eco de la gracia redentora de Dios que libera a los seres humanos para que sirvan y amen al prójimo y a la buena creación de Dios.

– Rev. Martin Junge, secretario general de la FLM

Estoy muy agradecido por el justo equilibrio entre continuidad e innovación. La FLM sigue firmemente comprometida con la diaconía y el diálogo ecuménico, la inclusión de la juventud y la justicia de género. A la vez, la estrategia no solo responde al deseo de las iglesias miembro de ser agentes idóneos de la justicia climática, sino también a su deseo de trabajar de manera más intencional en torno a las cuestiones de la educación y la formación teológica.

Arraigada en nuestro testimonio constante como comunión de iglesias, la nueva estrategia nos ayuda a proyectar a la FLM en el futuro y, al hacerlo, subraya un cuarto motivo muy fundamental para crearla: la reforma es continua.

¿Qué piensa del título y la visión de la estrategia?

“Con pasión por la iglesia y por el mundo”, el título de la estrategia, se refiere  a un postulado fundamental de la identidad confesional luterana, es decir, el enfoque teológico de la encarnación de Dios en Cristo.

Como una comunión de iglesias, sentimos pasión por el mundo porque Dios lo ama a tal punto que dio a su hijo unigénito, Jesucristo, para redimirlo y liberarlo en pro de la vida en abundancia. Como una comunión de iglesias, participamos en esa misión que se trata de lo que Dios quiere que nosotras y nosotros, los seres humanos, y el mundo entero lleguemos a ser.

Esta pasión ilumina nuestra comprensión de la misión que ha de ser  holística e incluir la proclamación de la buena nueva, el servicio al prójimo y la defensa de la justicia. Buscamos la unidad de la iglesia que posibilite una vibrante expresión pública del amor de Dios por el mundo.

La estrategia recoge dos prioridades, ¿cómo contribuirán a la labor de la FLM y la guiarán?

Esas prioridades se desarrollaron tras un discernimiento cuidadoso de aquello que las iglesias miembro de la FLM expresaron conjuntamente cuando se reunieron en la Asamblea de 2017, celebrada en Windhoek, Namibia.

Las iglesias hablaron del desafío que supone ser y seguir siendo pertinente en un mundo cambiante, de rápido crecimiento por un lado y de disminución constante por el otro. “La renovación de la iglesia” fue un tema importante. También identificaron la importancia fundamental que revisten la educación y la formación teológica para el futuro de las iglesias y el imperativo de ofrecer un espacio para la participación de los jóvenes. La plena inclusión de la mujer en el ministerio ordenado de la iglesia fue afirmado una vez más como un objetivo y un compromiso comunes. Todo esto figura en la prioridad “Apoyar la presencia y el testimonio vibrante de las iglesias en el mundo”. De hecho, ahora la tarea consiste en elaborar programas que permitan a las iglesias trabajar juntas en esa prioridad.

Pero también hablaron de la vocación de no vivir para sí mismas; porque ser iglesias en comunión no es un fin en sí, sino que está inscrito en la acción liberadora de Dios que se dirige al mundo entero. De ahí que el compromiso con la justicia, la paz y la reconciliación esté intrínsecamente vinculado con la misión de Dios en el mundo. Por eso, la FLM sigue sosteniendo a su instrumento diaconal –el FLM-Servicio Mundial– que expresa la vocación de servir. La justicia de género, una cuestión de fe, también recibe una atención más profunda. Los derechos humanos, el gran logro de la familia humana, que actualmente están en riesgo de ser desechados y socavados, siguen siendo un compromiso central de luteranas y luteranos. El tema de “Promover la dignidad humana, la justicia y la paz” también subraya la inmensa responsabilidad de la FLM y su Oficina de la Comunión de vincular las realidades locales con el discurso y las políticas mundiales, por lo cual, la defensa de causas tendrá un rol creciente en la FLM.

¿Dónde quisiera ver a la FLM en los próximos seis o siete años?

Supongo que la estrategia no trata de lo que yo quiero ver, sino de lo que quieren ver las iglesias miembro de la FLM a medida que profundizan su camino y su testimonio como comunión. Siento que nuestras iglesias se alegrarían de reunirse en la próxima Asamblea de 2023 para compartir historias sobre su labor conjunta y la manera en que esta repercute en ellas como iglesias y en el mundo.

Espero que haya historias de una interacción y una labor más profundas en todas las regiones, y oro para ello. Sobre todo, espero y oro que las iglesias se alegren al percatarse que no se ensimismaron, sino que siguen dando su testimonio en el mundo, trabajando con personas oprimidas y marginadas, así como apoyando no solo a personas refugiadas y migrantes, sino también sus derechos.

¿Sería soñar demasiado que varias iglesias vinieran a la Asamblea con las noticias de que no están invirtiendo en combustibles fósiles o que plantaron un árbol por cada niño o niña que bautizaron? Tal vez habrá historias de avances ecuménicos y de que en tiempos de fragmentación y polarización, nosotros, luteranas y luteranos, junto con otras y otros hicimos una convincente proclamación de Dios al unir a los seres humanos.

¿De qué manera espera que las iglesias miembro de la FLM se comprometan con la estrategia?

La entera Estrategia de la FLM 2019-2024 se funda en la vocación de sus iglesias miembro de vivir y trabajar juntas como una comunión de iglesias.

Si bien no invalida las propias estrategias y prioridades de cada iglesia miembro, creemos que la estrategia de la FLM capta lo que quieren ser y hacer “juntas” en este mundo.

De hecho, cuando hace poco les escribí a las iglesias miembro enviándoles ejemplares de la estrategia, les pedí que incluyeran una discusión sobre la misma en las próximas reuniones de sus órganos de gobierno o de pastoras y pastores. Las preguntas orientadoras de dichas discusiones podrían ser: ¿dónde nos vemos como iglesias miembro en este documento? Y, ¿cuáles son nuestros dones y nuestros aportes? Respecto a esta última es importante reflexionar sobre la forma en que abrimos las manos para recibir los dones, los conocimientos, las experiencias y la sabiduría que otras personas nos pueden ofrecer. O, en otras palabras, ¿cómo encontrará una nueva expresión, la ética de mutualidad y solidaridad que la FLM ha venido aplicando por décadas?

Mirando hacia adelante, creo que nos hemos dotado de una gran herramienta que en los próximos años nos permitirá cantar en coro una melodía potente y sonora de la gracia liberadora de Dios.