Iglesia Luterana trabaja activamente en el proceso de paz de Colombia

La IELCO ofrece acompañamiento pastoral y práctico”, así como apoyo en la gestión de traumas, autoprotección y cuestiones legales. Foto: Albin Hillert/LWF

 

LA BLANQUITA / Colombia (LWI) Alrededor de cien líderes y lideresas de comunidades indígenas, afrodescendientes y Juntas de Acción Comunal, se reunieron este 25 de noviembre para dialogar sobre la implementación del acuerdo de paz, firmado entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Entre otras cosas, conformaron una mesa interétnica para fortalecer las bases de las organizaciones que buscan la paz. El trabajo viene siendo acompañado por la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO), a través de la iniciativa “de la Guerra a la paz”.

El encuentro también contó con la presencia y acompañamiento de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia; la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) y las Hermanas Misioneras de la Madre Laura. Como resultado, las comunidades pretenden profundizar la pedagogía del acuerdo y las medidas de su implementación. La Mesa conformada será el mecanismo que establezca puentes con las instituciones del Estado, organizaciones de la sociedad civil colombiana y comunidad internacional, para el efectivo cumplimiento de derechos y vida digna en los territorios.

En ese sentido, el trabajo de la IELCO, está enfocado en las comunidades que recibieron hace más de un año a un colectivo de exguerrilleras y exguerrilleros, con quienes vienen construyendo propuestas orientadas al fortalecimiento organizativo. El trabajo se ha fortalecido en este último tiempo, debido al cambio de gobierno y con ello ciertas amenazas de interrupción al proceso de paz. El proyecto, que cuenta con la ayuda financiera de la Misión Luterana de Finlandia, es una iniciativa de la Misión Luterana Emaús (IELCO), de la ciudad de Medellín, siendo una respuesta a la situación actual de del país, luego del acuerdo firmado entre el Gobierno y las FARC, que ahora se presenta como partido político.

El proyecto “de la Guerra a la Paz”, está presente en tres comunidades en el área rural, en La Blanquita, San José León y Llano Grande, está última con una infraestructura más desarrollada; entre tanto, las dos primeras son conocidas como Nuevos Puntos de Reincorporación, siendo los lugares donde los y las ex combatientes buscaron luego de dejar la guerrilla, para comenzar a re establecer sus vidas, por lo que se constituyen como espacios interesantes de trabajo por parte de la Iglesia.

Al referir a los resultados de los proyectos en una noticia producida por el reportero gráfico Albin Hillert, el ex guerrillero Joni Pertuz comentó que “la diferencia es que no tienes que levantarte a las seis de la mañana y comprobar dónde está el enemigo… ahora las cosas han cambiado, porque nos levantamos por la mañana para cuidar a nuestros hijos y para revisar los animales que tenemos”, dijo. Pertuz tiene 40 años, ha pasado gran parte de su vida adulta como combatiente con la guerrilla de las FARC y hoy construye una nueva vida pacífica junto a la comunidad.

Por su parte, el Rev. John Hernández, pastor de la Misión Emaús de la IELCO que viene acompañando el trabajo, indicó que el programa tiene tres ejes: en primer lugar, la autogestión en seguridad de las comunidades de campesinos ex combatientes, “donde se trabaja en construir las relaciones de confianza… para que se sientan mejor protegidas”. En ese sentido, precisó que “se hacen planes de gestión de riesgo, no solamente natural o geográfico, sino también en lo que refiere al contexto político y militar”. Entre tanto, el segundo aspecto de trabajo trata de tener “planes de exigibilidad de los acuerdos”, a fin de que los compromisos, tanto de las FARC como del Gobierno, se mantengan: “el aporte de la IELCO viene de la mano en ayudar a las comunidades a organizar estos acuerdos, para lo cual se sirve de una serie de elementos pedagógicos, desde los acuerdos y desde los Derechos Humanos”. En ese aspecto, se viene trabajando en mesas locales de Derechos Humanos. Como tercera área, se encuentra el aspecto psico social y jurídico para “fortalecer sus capacidades psico sociales basada en sus mecanismos”, donde el aspecto jurídico se trabaja junto a colectivos de abogados y abogadas y defensores y defensoras de Derechos Humanos.

Red de Comunicaciones – LAC