Iglesia Luterana acompaña nueva caravana migrante en Centroamérica

Una nueva caravana de migrantes salió de Centroamérica en la búsqueda de mejores condiciones de vida. Foto: Fernando Arucha

 

GINEBRA (LWI) – La Iglesia Luterana Salvadoreña (ILS) acompañó entre el 21 y 24 de enero de 2020 una nueva marcha migrante, que salió de Centroamérica especialmente de Honduras, con el objetivo de llegar a los Estados Unidos en la búsqueda de mejores condiciones de vida y escapando de la violencia y la pobreza. El acompañamiento se realizó con el apoyo de ACT Alianza para recoger información y brindar acompañamiento. Esta caravana fue acompañada a través de la pastoral migrante, que trabaja en la contención y el asesoramiento de quienes deciden dejar país debido a diferentes causas relacionadas, mayormente relacionadas a la situación social y económica.

Se estiman en alrededor de dos mil personas las que emprendieron la caminata. El objetivo del acompañamiento se centró en recoger datos de forma directa con las personas de la caravana; impresiones, causas porque decidieron migrar de forma irregular, como son atendidos en los albergues y como serían recibidos por la policía transfronteriza de Guatemala y México. También otro de los objetivos fue identificar la composición social de la caravana, constatando que había muchas familias completas, pero también jóvenes y hombres adultos jóvenes. Cabe señalar que la Pastoral del Migrante (ILS) y ACT Alianza a través del foro ACT El Salvador ofrece ayuda humanitaria y otras formas de acompañamiento a las personas retornadas y desplazadas internas, haciendo uso también de otras redes sociales que trabajan con población migrante de la ILS.

El equipo se conformó por cuatro personas; dos comunicadores de prensa y radios comunitarias y dos técnicos operativos que atienden a la población migrante de retornados y desplazados internos, que recorrieron durante cuatro días Honduras y El Salvador, llegando hasta la frontera de Tecun Umán, donde pudieron dialogar con el coordinador de un albergue la Casa del Migrante localizado en la frontera, que aportó datos aproximados de las personas que llegan y son atendidas con alimentación, atención médica y albergue, mientras esperan ser recibidos por la migración de México.

Entre las causas de migración, el equipo señaló la extrema pobreza, la falta de oportunidades de trabajo, el desplazamiento forzado por la presencia de pandillas, la falta de políticas públicas de protección social y jurídica a las personas, los fenómenos socio ambientales de forma recurrente que ocasiona pérdidas en la agricultora y la inestabilidad política en la región. Por su parte, consideraron que las iglesias tienen la oportunidad de  “trabajar en incidencia política para que el Gobierno y otras instituciones gubernamentales exijan el cumplimiento de la defensa de los Derechos Humanos para todos sus ciudadanos y no sean forzados a migrar de forma irregular”; por otro lado, “profundizar en herramientas para sensibilizar y dar a conocer los Derechos Humanos a la población migrante sobre los riesgos de emigrar irregularmente”, así como “dar acompañamiento pastoral a las personas que han sido retornadas y al mismo tiempo ofrecerles ayuda para la superación de los traumas”.

En lo que hace a las dificultades que se le fueron presentando en el camino a los migrantes, desde la pastoral señalaron que recibieron informaciones falsas con promesas de empleo en México, los albergues tienen poca capacidad para las miles de personas que peregrinan, por lo que la ayuda de las iglesias e instituciones es insuficiente; las personas estaban muy cansadas y no tenían una buena estrategia para enfrentar la negativa del gobierno mexicano de otorgarles el status de refugiados, por lo que la caravana se vio detenida al intentar ingresar a México, muchos fueron deportados y otros aún esperan que ese país resuelva su futuro. El equipo de acompañamiento estuvo formado por Cruz Antonio Calles, técnico de la pastoral del migrante; Carlos Alvarado, técnico del proyecto “Retorno seguro a las familias migrantes”, apoyado por ACT Alianza; Mario Fernando Arucha, periodista de la Unidad de Comunicaciones ILS y Arileny Henriquez, comunicadora de la radio comunitaria Stereo Sur.

Red de Comunicaciones – LAC