“Fomentar la confianza mutua y la confidencia”

El Arzobispo Musa Panti Filibus, presidente de la Federación Luterana Mundial. Foto: LWF/Albin Hillert

 

Entrevista con el Arzobispo Dr. Musa Panti Filibus, recientemente elegido como Presidente de la Federación Luterana Mundial

Delegadas y delegados a la Duodécima Asamblea de la Federación Luterana Mundial (FLM) eligieron al Arzobispo Dr. Musa Panti Filibus como Presidente el 13 de Mayo de 2017. Es el 13vo Presidente de la FLM y lleva consigo once años previos de experiencia en las oficinas de la comunión de la FLM. En esta entrevista, comparte las prioridades claves que él espera abordar y cómo se ven afectadas por su contexto.

¿Cómo se siente ser elegido como Presidente de la FLM?

Hay un sentido de gratitud pero también una sensación de sorpresa. Volveré a servir en la comunión que he llegado a conocer bien. La FLM es parte de mí.

¿Qué significa haber trabajado en las oficinas de la FLM por 11 años, ser llamado como obispo y después Arzobispo en una iglesia miembro, y ahora retornar como presidente de la FLM?

Me siento muy bendecido de tener la oportunidad de servir en la comunión, iniciando en la posición de Secretario de Área de África en el Departamento de Misión y Desarrollo (DMD), llegando a ser Director del DMD, y después nombrado como Secretario General Adjunto. Esto me brindó relación con todas las regiones de la FLM.

Ser llamado por la comunión mundial a las bases como Obispo de la Iglesia Luterana de Cristo en Nigeria, Diócesis de Mayo Belwa, en corto tiempo ser llamado para ofrecer liderazgo a nivel nacional como Arzobispo y ahora de retorno a la FLM – me siento grandemente honrado. Dios es grande en gracia para llamarme a esta posición.

Usted dijo que la “Comunión es un don” y que para edificar la comunión se la debe alimentar ¿Puede profundizar eso?

Una tarea importante que tenemos por delante es cómo continuar caminando juntos y juntas como comunión. No hay FLM si no podemos caminar juntos/as, si no podemos respetarnos mutuamente. Todo lo que imaginamos lo podemos hacer juntos/as, todo depende de cómo podamos mantenernos unidos y unidas.

Debemos recordar que la Reforma, que tuvo lugar hace 500 años, fue una oportunidad para que la iglesia descubriera de nuevo el mensaje del Evangelio y la misión de la iglesia en ese momento. Pienso que esta es una oportunidad de preguntar, en la medida que avanzamos, “¿a hacer qué es el llamado de Dios para la iglesia hoy?”.

Nigeria, de donde usted es, ha vivido gran conflicto. ¿Esto influencia sus prioridades como Presidente de la FLM?

Mis reflexiones ciertamente han sido orientadas por mi contexto en Nigeria pero no de manera aislada. También veo las tendencias mundiales y mi caminar.

Nigeria ha cambiado mucho. Hay muchos momentos en los que no sentimos que estamos juntos. Demasiadas personas sienten que no son consideradas, entendidas o respetadas como ciudadanas. La vida humana no es respetada. La insurgencia religiosa es sólo un tema. En el sur de Nigeria hay movimientos que luchan por preocupaciones vinculadas al control de los recursos.

En medio de esta inestabilidad siempre hay signos de esperanza que atraviesa la religión, política y el gobierno. Recientemente siento que algunas voces se elevan aquí y allá; esto me da esperanza de que la violencia que vemos no tenga la última palabra.  Siempre hay posibilidad de renovación y cambio.

No va a ser fácil pero tenemos que persistir, tenemos que continuar el viaje. Esto influencia mi pasión de ser parte de la FLM hoy y preguntar cómo podemos apoyarnos unos/as a otros/as en esas dificultades y desafiar los tiempos en que nos encontramos local y globalmente.

El paisaje mundial de la FLM es complejo ¿Cómo la FLM continuará apoyando a las iglesias miembro en contextos tan variados y diversos?

Ninguna iglesia debería sentirse sola. Tenemos que seguir fomentando la confianza mutua que hemos desarrollado a lo largo de los años. Con confianza mutua y confidencia  siempre estaremos abiertos a compartir nuestros éxitos y desafíos y mantenernos en oración y amor. Debemos ensanchar la mesa y permitir espacios para el compartir mutuo de manera respetuosa.

En su trabajo previo en la FLM participó en la implementación de la Política de Justicia de Género ¿Qué ve como pasos siguientes en su implementación?

Estoy muy comprometido en ofrecer liderazgo y encontrar vías para realmente traer este documento a su implementación junto con el Consejo de la FLM. Necesitamos desarrollar mecanismos a fin de que el documento no sólo se quede a nivel de líderes de la iglesia. Necesitamos promover procesos que permita la discusión de este documento en seminarios, instituciones y consultas con las iglesias miembro.

¿Cuál es el rol de la diaconía para la FLM en el futuro?

Diaconía es ser iglesia y ser iglesia es ser diaconal. Mi sueño será que la FLM permanezca como actor diaconal relevante e importante al abordar el tema de la tragedia humana. Tenemos el Servicio Mundial como un brazo diaconal internacional de la FLM. Está haciendo un trabajo maravilloso.  Y tenemos a las iglesias miembro  que también hacen mucho trabajo diaconal. Es crítico que estos dos brazos diaconales de la FLM y sus iglesias miembro se mantengan unidos. Por lo tanto veo una FLM que sigue comprometida con mayor apoyo del Servicio Mundial y, al mismo tiempo, empoderando y acompañando a las iglesias miembro para que sean actoras diaconales proféticas en sus contextos.

Traducción Red de Comunicaciones LAC