Encuentro de Ministras de Argentina, Uruguay y Paraguay

Pastoras y Diáconas de la IERP y la IELU reflexionaron sobre su rol en el ejercicio del Ministerio. Foto: Iglesia Evangélica del Río de la Plata

BUENOS AIRES / Argentina (LWI) - Con el objetivo de reflexionar sobre los roles y mandatos del Ministerio, los días 13 y 14 de octubre, se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires un encuentro de Ministras de las Iglesia Evangélica del Rio de la Plata (IERP) y Evangélica Luterana Unida (IELU), que reunió a dieciséis pastoras y diáconas de ambas Iglesias, de Argentina, Uruguay y Paraguay.

El encuentro se realizó en el marco del cumplimiento de los 30 de la ordenación de la Primera Mujer al Ministerio Pastoral y fue coordinado por las pastoras Wilma Rommel (IELU) y Sonia Skupch (IERP). Las participantes señalaron que si bien no tuyo un lema central, sirvió para trabajar el empoderamiento como líderes y la Sororidad como mujeres, siendo además un importante espacio de encuentro, en el cual hubo tiempo para dialogar sobre las situaciones que forman parte del ministerio como mujeres, así como un espacio de aprendizaje y de reflexión.

La pastora Mariela Pereyra de la IELU señaló que la actividad “fue especial, pues  por primera vez se facilitó un espacio común, en el cual las pastoras de ambas iglesias, pudimos ver cuántas jornadas en común teníamos. Pero también compartimos cuántos procesos hemos hecho en forma conjunta y paralela, cuántos materiales utilizados en diferentes encuentros de mujeres ahora tienen un rostro, que se suma a un nombre”, agregando que a su juicio fue un verdadero espacio de Koinonia, ya “el tiempo compartido se distribuyó sobre el reflexionar juntas y críticamente sobre los roles y mandatos que debemos deconstruir”, puntualizando que el tiempo les quedó corto.

En tanto la Pastora Skupch, actual Secretaria General de la IERP, quien coordinó la realización del encuentro lo evaluó señalando que “fue un espacio saludable y necesario. Estamos muy contentas porque la respuesta a la convocatoria fue amplia. Eso significa que existía la necesidad del diálogo, la reflexión, el encuentro y el tiempo para celebrar que desde hace más de treinta años estamos ordenando mujeres al ministerio pastoral y diaconal y permitiendo el acceso de las mujeres a todos los espacios de poder y de decisión en las iglesias. A veces es importante hacerse el tiempo para mirar hacia atrás reconociendo el camino recorrido y fortaleciéndose para el presente y el futuro”, dijo.

En cuanto a la dinámica de trabajo, el primer día el grupo reflexionó acerca del lugar de las ministras como líderes, así como también los pros y los contras de ser mujeres en un espacio tradicionalmente ocupado por hombres. En un segundo espacio de trabajo, se dialogó sobe la Sororidad. Por la noche las Ministras fueron agasajadas con una cena en un restaurant muy acogedor del barrio porteño de Belgrano. Mientras que el miércoles de mañana el trabajo fue dirigido por la Dra. Rev. Mercedes García Bachmann, quien coordinó un estudio bíblico temático. El encuentro se cerró con una celebración, cuyo mensaje estuvo a cargo de la Pastora Estela Andersen de la Congregación Semillas del Sur (IERP), que trabajó acompañada por el texto Bíblico de Iaías 54: 2, “Ensancha el espacio de tu tienda, extiende las lonas, no te detengas; alarga tus sogas, tus clavijas asegura”.

Sobre los avances que ha estado habiendo y el lugar que la Mujer Pastora posee, La propia Rev. Andersen analizó críticamente la situación puntualizando que “treinta años en la historia de la Iglesia es poco, que a pesar de que tanto en el movimiento de Jesús como en el de la Reforma las mujeres tuvieron lugares importantes, una y otra vez estas luces son ahogadas por el modelo patriarcal. El que haya mujeres en el ministerio es mucho, pero no es suficiente, porque a nosotras mismas nos cuesta dejar de reproducir el modelo que heredamos. Son caminos nuevos en donde sigue habiendo resistencia y en donde nos sentimos tentadas a seguir con la corriente”.  Sobre el rol de las pastoras dijo que “es bueno que como Ministras nos vean como mujeres, madres, compañeras del camino, aportando desde el género la transformación que la Iglesia necesita. Pero primero esto mismo tiene que hacerse carne en nosotras: en nuestro lenguaje, nuestra forma de llegar a la gente, en nuestro liderazgo”

La experiencia resultó muy positiva para las participantes, que expresaron el deseo de continúan en el futuro. Para la realización del encuentro de este año las Iglesias contaron con fondos provenientes de la Federación Luterana Mundial.

Red de Comunicaciones LAC