Deportación Masiva de Niños y Niñas Migrantes a Centroamérica
(LWI) – La Iglesia Evangélica Luterana en América miembro de Federación Luterana Mundial (FLM), ha criticado los planes de la Administración de los Estados Unidos para ampliar la detención de familias con niños/as de Cento América y de acelerar las deportaciones de miles de niños y niñas migrantes no acompañados/as y devolverlos a sus países de origen sin el debido proceso de protección.
El gobierno de EE.UU. dijo que las patrullas fronterizas han capturado 57,000 menores no acompañados - algunos de ellos de tan sólo cuatro años de edad han cruzado a los EE.UU. desde octubre de 2013, la cifra del año fiscal anterior sube a 28.000. Tres cuartas partes de los niños son de los tres países de América Central - Honduras, Guatemala y El Salvador, y el resto de México.
Más de 16,000 niños/as de Honduras han sido aprehendidos en la frontera México-Estados Unidos desde octubre. 14, 000 niños de Guatemala y 13,000 de El Salvador también se vieron atrapados por las patrullas fronterizas. Se estima que 5,000 de esos niños hondureños han sido deportados o están en proceso de ser deportado, por las autoridades de inmigración de Estados Unidos. Además, varios vuelos ya han llevado a decenas de madres y niños de vuelta de los EE.UU. a Guatemala, y los niños han sido devueltos en grupos a El Salvador.
El miembro del Consejo de la FLM y Director Ejecutivo de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA) Misión Global, Rev. Rafael Malpica Padilla dijo que los niños y niñas que llegan a los EE.UU. están dejando sus países de origen en busca de protección de drogas y el tráfico sexual, el hambre y la pobreza y otros factores de riesgo, elementos que hacen los niños y niñas vulnerables.
Las condiciones sociales, económicas, ambientales y políticos en América Central hacen que sea una de las regiones más vulnerables a nivel mundial. Las tasas de homicidios en Honduras, El Salvador y Guatemala se encuentran entre las más altas del mundo, con Honduras que tiene la peor zona de guerra del mundo como son las pandillas callejeras que cada vez están más vinculadas a los traficantes de drogas que movilizan cocaína desde los Andes a territorio Norte Americano. Se estima que el 70 por ciento de los hondureños son incapaces de obtener un ingreso básico para satisfacer sus necesidades esenciales.
"Durante años nuestras iglesias compañeras en Centroamérica han estado luchando con el problema de la creciente violencia en sus sociedades cuyas raíces son la pobreza y la desigualdad. Mi llamado a los responsables políticos de los Estados Unidos consiste en responder a esta crisis humanitaria de manera integral ", dijo Malpica Padilla.
"Nuestra respuesta debe abordar tanto las necesidades inmediatas de los emigrantes recién llegados/as a los Estados Unidos, así como una revisión crítica de nuestras políticas económicas y de seguridad hacia la región de América Central y considerar los diferentes enfoques que tenemos del pasado" , añadió.
"Tenemos que recordar en primer lugar que se trata de niños y nñas, y mirar a través de los lentes del bienestar infantil en lugar de lentes de cumplimiento", comentó Ralston Deffenbaugh, Secretario General Adjunto de la FLM para Asuntos Internacionales y de Derechos Humanos. "¿Cuál es el interés primordial del niño? Es una medida de lo violenta e insegura de la situación en Centro América que los padres desesperados arriesgarían las vidas de sus hijos e hijas enviándoles en un viaje migratorio peligroso e incierto. Ningún padre toma una decisión de este tipo sin una buena razón. Los países de refugio, como los Estados Unidos, tienen la obligación moral y legal de proteger a estos niños y niñas. Y una parte crucial de esa obligación es estar seguro de no devolver a los niños a las mismas situaciones de peligro donde sus vidas estuvieron en peligro en primer lugar".
A través de Respuesta Luterana a Desastres, los/as miembros de la ELCA están trabajando con los Iglesias luteranas compañeras y aliados/as estratégicos, como el Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados con sede en Baltimore, para responder a las necesidades de los menores no acompañados y migrantes.
"Estamos trabajando con los luteranos y las comunidades locales para reunir a miles de niños y niñas con sus familias que viven en los EE.UU. y para cuidar a los niños y niñas sin familia en hogares permanentes" dijo la Presidente y CEO Linda Hartke del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados.
"Lo que está en juego - creemos - además de las vidas y la dignidad de las mujeres y los niños/as y las familias, es la amenaza de un cambio significativo en la protección de todas las personas que huyen de la violencia en el mundo. No podemos aceptar ninguna respuesta por parte del gobierno de EE.UU. que pretenda devolver a la fuerza y de forma indiscriminada a estos niños y niñas, que han hecho peligrosos y valientes viajes, de vuelta a una situación peligrosa de vida. "
La FLM tiene un activo programa de Servicio Mundial en la región y una historia de de acompañamiento cercano de las iglesias y los pueblos de Centro América. En el Consejo de la FLM, reunida en Bogotá, Colombia, en junio de 2012, el Consejo exhortó a "los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador para escuchar los gritos de su pueblo, de respetar y proteger los derechos humanos, para hacer cumplir las leyes de la tierra, y para poner fin a la impunidad por llevar ante la justicia a quienes cometen actos de violencia".
El Consejo también instó al "fortalecimiento de programas para la protección y la seguridad de las mujeres, niñas, niños y jóvenes", incluyendo el acceso a la educación, empleo y oportunidades de una vida digna.
El Obispo Medardo Gómez de la Iglesia Luterana de El Salvador dijo que "la misión de las iglesias en la región es responder a la crisis proveyendo atención pastoral a los niños y niñas que regresan a sus países."
"Los niños y niñas no acompañados que emigran están en la búsqueda de vida. La Iglesia Luterana Salvadoreña colabora en la ayuda de emergencias a través de apoyo pastoral hace ya muchos años"dijo. "Hemos sido bendecidos ya que la mayoría de las iglesias de la región se organizan para ofrecer apoyo pastoral a través de las redes construidas con organizaciones ecuménicas y de la sociedad civil. Tengo la esperanza de que los gobiernos también participen en respuesta a esta crisis".
Traducido por Edwin Mendivelso
