Delegación de la FLM a la Conferencia de Partes en Lima visita ILEP

Visita de la delegación a la Congregación Belén en Lima. Foto: Sean Hawkey

Lima/Ginebra (LWI) – La Delegación Jóvenes de las iglesias miembro de la Federación Luterana Mundial (FLM) han participado en la Conferencia de Partes COP20 en Lima teniendo también la oportunidad de visitar las congregaciones Cristo Rey, Vida Nueva, Belén y Filadelfia de la Iglesia Luterana Evangélica Peruana (ILEP).

Luis Remigio Yapo de la congregación Filadelfia formó parte la Delegación Juvenil de la FLM en la COP20. Remigio al hablar de su única experiencia dice que fue “oportunidad de compartir experiencias con personas provenientes de diferentes culturas pero que a su vez comparten la misma fe en Cristo, con un arduo trabajo por el bienestar de la creación. El impacto del cambio climático en el Perú es muy fuerte afectando su variedad de climas beneficiosos para el cultivo. Además, los desastres naturales como el enfriamiento, secas, lluvias intensas azotan varias zonas de nuestro país, en especial las más necesitadas. Mi iglesia promueve el trabajo de apoyo cuando los desastres se dan por medio de voluntarios a partir de los pocos medios que posee en cada congregación”.

Mientras que para otros delegados, su participación en la COP20 al visitar las congregaciones de ILEP sintieron la calurosa acogida. Jeff Buhse, de la Iglesia Evangélica Luterana en Canadá (ELCIC) participó en el culto en la congregación Belén. Pese a la limitación del idioma pudo entender lo que sucedía. “Estoy seguro que esto viene del hecho de conocer la liturgia Luterana pues son los mismos elementos que estoy acostumbrado, pero la pasión y el sentido dado por la pastora me hizo sentir como en casa (…) es lo que deben haber sentido en Pentecostés cuando Jesús habló a la gente desde la montaña y cada persona le entendió en su propia lengua. La palabra de Dios es poderosa y es importante recordarlo” dijo Buhse quien también recordó que estar en Lima implica “trabajar por la justicia climática juntos no sólo los luteranos/a, pero con todo el mundo”.

La Delegación Juvenil de la FLM, activa en la red interreligiosa y en las reuniones juveniles interreligiosas, como espacios la oración y meditación para promover diálogo e invitar a jóvenes participando en la COP a unirse. El ambiente de la COP no es suficiente para discutir y buscar soluciones a la crisis climática, “necesitamos valorar más la creación en todas sus expresiones y nuestra relación con el prójimo, las criaturas y la naturaleza. Estar juntos/as y conectados/as puede provocar el cambio que las negociaciones necesitan.” indicó Richter, Secretaria de la Oficina de Juventud de la FLM.

La oportunidad de ser recibidos/as por la ILEP me permite afirmar que existe una gran familia en el mundo – “fue como sentirse en casa; la canción de bienvenida, las comidas juntos/as, los bailes con los niños y niñas, las profundas conversaciones sobre los ministerios espirituales y diaconales de la iglesia fue fuente para aprender lo que significa ser Luterano/a en Perú pero también oportunidad para que delegados/as de India, Suecia o Canadá compartieran” agregó Richter.

La ILEP contribuyó en la COP desde los servicios de capellanía. El Pastor Pablo Espinoza formó parte del grupo de capellanes/as inter-religiosos brindando atención a las necesidades espirituales de los y las participantes provenientes de diferentes partes del mundo.

Espinoza, enfatizó cómo los efectos del cambio climático afectan a la creación. El ayunar es “para pedir a Dios que sensibilice el corazón de los/as dueños/as de las grandes y pequeñas fábricas del mundo, de los mineros, de los madereros, pesqueros, en fin, de todos los que usan los recursos naturales del nuestro planeta, para que empiecen a pensar menos en el dinero y más en el bienestar de todas. Ayunamos para que se tome conciencia por lo que está pasando y pasará si no tomamos medidas de urgencia para frenar la destrucción del medio ambiente. Pero de manera muy especial, ayunamos y oramos por los pueblos que ya están sintiendo los efectos devastadores”.

Red de Comunicaciones LAC