Crecer como una comunión comprometida con el mundo
El arzobispo Dr. Panti Filibus Musa, Presidente de la FLM, se dirige al Consejo en Ginebra
GINEBRA (LWI) - El arzobispo Dr. Panti Filibus Musa, Presidente de la Federación Luterana Mundial (FLM), inició su alocución al Consejo de la FLM reflexionando sobre la Duodécima Asamblea y el aniversario de la Reforma, subrayando los dones de ambos para la comunión.
“Volviendo la mirada a un año atrás, estoy particularmente agradecido a ustedes, así como a todas y todos aquellos que participaron en la Duodécima Asamblea, tan bien acogida por nuestras hermanas y nuestros hermanos namibianos. Recordamos con gratitud, la increíble labor llevada a cabo por el comité local de organización, integrado por el Consejo Unido de las Iglesias Evangélicas Luteranas de Namibia, que hizo que la Asamblea fuera histórica y memorable.
Luego, llamó a los miembros del Consejo a sostener las declaraciones públicas y las resoluciones de la Asamblea que son críticas para la vida, el ministerio y el testimonio de la comunión y mantienen viva la FLM frente a las realidades existenciales del mundo actual.
Respecto al aniversario de la Reforma, eligió la metáfora de un montículo de piedras que eran un monumento conmemorativo, pero que también señalaban el camino. El camino hacia el V Centenario de la Reforma también fue un mojón conmemorativo, pero en el sentido de la memoria para mirar hacia atrás y saber de dónde venía la FLM. Esta última debería tomar nota de las luchas, los desafíos y los logros significativos, sobre todo, en lo que se refiere a la cuestión de la justificación y la búsqueda de la unidad cristiana. Pero no fue tan solo un mojón conmemorativo. “Estamos llamados y llamadas a considerar ese aniversario como el mojón que señala el camino, la dirección, deseando encontrar la forma en que podríamos ser instrumentos en las manos de Dios para dar testimonio del evangelio de palabra y al servicio del prójimo”.
Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron
El tema de la reunión del Consejo de 2018, “Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron” (Mateo 10.8, RVC), pone de relieve el fundamento de la doctrina luterana, según el cual, todo, incluida la salvación misma, es un don de Dios”, señaló.
“El autor usó un lenguaje que se puede comparar al lenguaje de la economía, que presupone que la salvación y todo lo demás que sustenta la vida fue y es recibido sin ninguna forma de pago por la destinataria o el destinatario”.
“Se nos recuerda quienes somos: receptoras, receptores y mayordomos del don gratuito de la gracia de Dios en Cristo”.
El Presidente Musa preguntó cómo se están utilizando los recursos confiados a la comunión para atender las necesidades de otras personas, y cómo, En las manos de Dios pueden ser instrumentos para dar testimonio el evangelio en palabra y servicio al prójimo.
En su país, Nigeria, y en muchos otros lugares, explicó, hay gente que se ve obligada a ofrecer dinero u objetos valiosos a cambio de la promesa de la salvación, la sanación, la liberación y otras bendiciones. “Como una comunión, debemos mantenernos deliberadamente firmes en los esfuerzos para contrarrestar tales actos recordándonos siempre la ética doctrinal de la ‘justificación solo por la gracia, mediante la fe’”.
Siendo una comunión, debemos resistir “de todas las formas posibles” a la mercantilización de los seres humanos y la creación. “Permítanme volver a hacerme eco de lo que dijimos antes, durante y después de la Duodécima Asamblea, y que seguimos diciendo hoy en día: ‘La salvación no se vende, los seres humanos no se venden y la creación no se vende’”.
“Nuestro camino continuo”
Con los ojos puestos en el futuro, el presidente reiteró la necesidad de mantener sólidas relaciones ecuménicas. Durante su visita con las/os vicepresidentes al Vaticano, el pasado diciembre, tanto él como el papa Francisco dejaron claro que miran al futuro con la esperanza de avanzar hacia una mayor comprensión, cooperación y unidad en el cuerpo de Cristo.
Comentó que la Estrategia de la FLM 2019-2024 ofrece la oportunidad de implementar concretamente las resoluciones de la Duodécima Asamblea. Sobre la acción profética, añadió que las iglesias son llamadas a unirse frente a las ideologías, las fuerzas y las estructuras que desencadenan y perpetúan muchas de las dificultades a las que se enfrenta el mundo actual. “Se nos llama a recordar quienes somos como objetos del amor de Dios y agentes de ese amor. Libres, capacitados y capacitadas para impugnar, con palabras y acciones, los actos que menoscaban la dignidad humana”.
Se refirió a la resolución de la Asamblea sobre las relaciones interreligiosas que llama a la comunión a amar al prójimo, trabajar con hermanas y hermanos de otras religiones, así como con aquellas y aquellos que no son religiosos, para tender puentes de esperanza, amor, paz y justicia en este mundo profundamente dividido.
La acción conjunta con otras organizaciones no solo debe ser sostenida, sino también nutrida. Entonces, se refirió a la colaboración de la FLM con la agencia Católica de servicios Caritas Internationalis y la Organización Islámica de Socorro Internacional. “Igualmente crucial es que la FLM siga trabajando en estrecha colaboración con sistemas multilaterales como el de la ONU en cuestiones relativas a los derechos humanos, la justicia de género y las crisis humanitarias”.
Concluyó diciendo que es crítico que la FLM se mantenga firme en su compromiso de crecer como una comunión libre por la gracia de Dios. “No somos una comunión que se preocupa únicamente de sí misma, sino que está comprometida con el mundo mediante el amor y el servicio al prójimo. Por lo tanto, continuemos siendo inspirados e inspiradas por este y otros relatos bíblicos en nuestro camino y fiel testimonio cristiano en nuestro mundo de diversidad religiosa con sus desafíos multifacéticos”.
- Discurso completo del Presidente de la FLM (en Inglés)
- Otros documentos del Consejo (en Inglés)
- Fotos del Consejo
La reunión de 2018 del Consejo de la FLM tiene lugar en Ginebra del 27 de junio al 2 de julio con el tema “Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron” (Mateo 10.8, RVC). El Consejo de la FLM se reúne una vez por año y es su más alta autoridad entre las asambleas. Está integrado por el presidente de la Federación, el presidente del Comité de Finanzas y 48 vocales de iglesias miembro de las siete regiones de la FLM.