COVID-19: Iglesia Luterana Cubana extiende alimentos y ayuda psicosocial

En una de sus actividades de respuesta al COVID-19, la iglesia luterana cubana organizó un almuerzo comunitario para 320 personas, incluidos miembros de las congregaciones de Cristo Vive, Cristo Redentor, Nuestro Salvador y Aposento Alto. Foto: IEU-SL

 

La asistencia de la FLM llega a un número creciente de personas necesitadas

SANTIAGO DE CUBA, Cuba / GINEBRA (LWI) - Cuando la Iglesia Evangélica Unida en Cuba - Sínodo Luterano (IEU-SL) evaluó las categorías de personas que requerirían asistencia urgente debido al impacto prolongado de la pandemia del coronavirus (COVID-19) en diciembre pasado, el objetivo inicial era proveer ayuda a 600 personas en 200 familias. A fines de enero, ese número había aumentado en un 50 por ciento para llegar a 900 personas en casi 300 familias que necesitaban alimentos para sobrevivir, artículos de higiene como mascarillas y desinfectantes, apoyo psicosocial y asistencia para comprar medicamentos.

La Federación Luterana Mundial (FLM) está apoyando a su iglesia miembro en Cuba para que continúe ofreciendo asistencia a través del Fondo de Respuesta Rápida (RRF) COVID-19 de la comunión, ahora en su segunda fase. Las iglesias que solicitan apoyo financiciero reciben hasta 5000 EUR para las necesidades de emergencia relacionadas con el coronavirus.

Al igual que muchos otros países del mundo, las medidas de bloqueo junto a las restricciones de movimiento para detener la propagación del coronavirus han tenido un impacto significativo en la economía del país, esto ha llevado al borde del abismo a hogares ya vulnerables. Los precios de los productos básicos y los alimentos aumentaron, especialmente la carne de cerdo, que se consume ampliamente. La iglesia luterana buscó familias que ya enfrentaban dificultades que de repente se encontraban sin medios para ganarse la vida, personas con problemas de salud y discapacidades a largo plazo y ancianos, incluidos los pastores de la iglesia y otros trabajadores.

Hilario Bell Hilesde (derecha) usa una silla de ruedas para moverse después de que le amputaron una de sus extremidades inferiores debido a una enfermedad. La diaconisa de IEU-SL Esperanza Vega González, visitando a Bell, quien recibió víveres, artículos de higiene y apoyo psicosocial. Foto: IEU-SL

 

"Entre los que se han beneficiado de la asistencia de la iglesia se encuentran 35 familias de bajos ingresos de personas que viven con VIH y SIDA (PVVS) y quienes padecen enfermedades mentales, que además de estar enfermos, están sin empleo", dijo Daniel Malsabal Mas, coordinador de la asistencia de la IEU-SL, y líder de la red de PVVS de Santiago de Cuba.

Otras voluntarias como Yanet Silva Alvear brindaron apoyo psicosocial a mujeres embarazadas en la maternidad Tamara Bunque en la provincia de Santiago de Cuba, y a padres solteros y ancianos. Cuba, con una población de 11,3 millones de personas, tuvo relativamente pocos casos de COVID-19 en los primeros meses de la pandemia en 2020. Cuando el gobierno relajó un mes de cierre y toque de queda en septiembre pasado, el número de casos de COVID-19 había disminuido. llegó a 6.000, incluidas 122 muertes. Para el 25 de febrero, casi 47.000 personas habían contraído el coronavirus y más de 300 habían muerto, según la Organización Mundial de la Salud.

"En Cuba, la situación es ahora mucho más crítica que en 2020 ya que el sistema de salud del país lucha por hacer frente a la propagación rápida y descontrolada del virus", dijo el obispo de la IEU-SL, Ismael Laborde Figueras. También señaló que alrededor de 20 miembros de diferentes congregaciones, que habían sido directamente afectados por COVID-19, se han recuperado.

“Agradecemos a la FLM por el apoyo que hemos recibido”, agregó Laborde.

Local residents during a community lunch organized by the Cuban Lutheran church. Photo: IEU-SL

 

Por P. Mumia

Traducción Red de Comunicaciones LAC