Comunidades Chortí de ILUGUA se capacitan para el Ministerio

Unas veinte personas participaron del segundo seminario de formación bíblico teológico con un interesante equilibrio entre hombres y mujeres, personas mayores y jóvenes. Foto: ILUGUA


ZACAPA / Guatemala (LWI) – Durante los días 19 al 23 de Febrero, líderes y lideresas indígenas Chortí de la Iglesia Luterana Guatemalteca (ILUGUA) participaron del segundo seminario de formación bíblico teológica. Esta capacitación responde al plan de formación ministerial de la IGLUA con énfasis en la capacitación para los ministerios de la Palabra, la Diaconía y los Sacramentos.

La formación ministerial que ha iniciado en 2017, es parte de un proyecto auspiciado por la Federación Luterana Mundial que, junto con el Seminario Augsburgo de México (SEMLA), la Facultad de Teología/Instituto Sustentabilidad (EST/InS) en Brasil y el Instituto Pastoral Contextual (IPC) en Argentina de la IELU vienen apoyando a la formación en Red a iglesias Luteranas en la región como la ILUGUA.

Entre jóvenes, mujeres y varones de las comunidades Chortí, participaron alrededor de veinte personas. La edad no ha sido una limitante porque ha invitad a que tanto personas mayores y y jóvenes puedan afirmar su vocación y fortalecer los dones para el ministerio.

Hacía ya buen tiempo, la ILUGUA había planteado la necesidad de fortalecer las capacidades ministeriales para que los liderazgos puedan asumir tareas pastorales y públicas en cada una de sus comunidades. Respondiendo a esa inquietud, la Secretaría para América Latina y el Caribe, que viene junto con las iglesias en la región elaborando una respuesta sostenida a esta necesidad ha implementado la formación teológica y ministerial en red. "La ILUGUA ha planificado para el 2018 otros tres cursos en hermenéutica bíblica, lutirgia y homilética, e historia de la iglesia con identidad luterana" expresó la Revda. Patricia Cuyatti, Secretaria de Área en la FLM.

Como segundo curso el tema estuvo dedicado a la “Introducción a la Biblia: historia y formación” facilitado por la directora del SEMLA, la Revda Magister Ángela Trejo Haager. Trejo, al evauar la tarea compartió: “me parece muy importante el paso que se ha dado desde el año pasado porque el Seminario Augsburgo ha transformado su manera de trabajar, respondiendo a los contextos de las Iglesias de América Latina y afirmando una vez más que a través de los seminarios nos acercamos a las iglesias y cada uno de los profesores y profesoras pueden tender una mano para compartir su conocimiento”.

“Creemos que es muy importante, porque de esa manera la Iglesia contará con nuevos liderazgos para la labor pastoral” compartió el Rev José Pilar Álvarez Cabrera, Pastor Presidente de la ILUGUA. Señaló también que los talleres se llevaron a cabo en la sede de la Iglesia, en la localidad de Zacapa. El Pastor Álvarez se mostró agradecido por la tarea, así como por el apoyo, tanto de los organismos que realizan sus aportes, como también respecto de la facilitadora, que abrió el proceso de dialogo y aportó buenos elementos para las comunidades.

En lo que respecta al seminario, Trejo Haager señaló que la experiencia fue muy rica, “porque ellos también aportan sus caminares diarios y todo lo que trabajan para lograr el derecho sobre sus tierras, la defensa del agua”, indicando que “la combinación de esas experiencias cotidianas y de esfuerzos inconmensurables, con el acercamiento al texto bíblico, da como resultado una eclosión de maravillosos colores y sabores, que pueden entenderse solamente desde sus propias vidas. El SEMLA se alegra muchísimo por esta experiencia”, finalizó.

Red de Comunicaciones - LAC

Mujeres en plena tarea durante el seminario. Foto: Ángela Trejo Haager
Participantes del proceso de formación frente a la sede de la ILUGUA en la Casa Campesina, localidad de Zacapa. Foto: Ángela Trejo Haager
Se realizaron trabajos de diferente índole y con diferentes dinámicas durante los días del seminario. Foto: Ángela Trejo Haager
Entre los participantes había personas que apenas están aprendiendo a leer en español, por lo que necesitaban de la ayuda de los más jóvenes para algunas tareas. Foto: Ángela Trejo Haager