“Compartiendo la mesa”: Encuentro de Diaconía en Brasil

El grupo durante un momento de plenario en el taller de diaconía de Porto Alegre. Foto: LWF/Eugenio Albrecht

 

PORTO ALEGRE / Brasil  - Entre los días 20 al 24 de noviembre de 2022, la Federación Luterana Mundial (FLM) viene desarrollando un encuentro de diaconía para iglesias miembro y organizaciones compañeras en América Latina y el Caribe. El espacio está siendo muy valioso, no sólo para tomar consciencia de la dimensión de la tarea diacónica de las iglesias y organizaciones, sino también para abrir el debate en torno a diferentes temáticas, con el sentido de poder aportar para seguir reforzando aun más esta tarea en toda la región.

El taller “Compartiendo la mesa” se realiza en Porto Alegre, al sur de Brasil y participan unas 38 personas de diferentes iglesias luteranas y de organizaciones compañeras y tiene a la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB) como anfitriona. Se propone analizar la realidad, así como los desafíos, con la finalidad de reflexionar en la búsqueda de modelos diacónicos. El taller cuenta con la organización y coordinación de la Rev. Katariina Kiilunen, Ejecutiva del Programa de Desarrollo de Capacidades y Liderazgos de la FLM y cuenta con el apoyo de la Rev. Sonia Skupch, Secretaria Regional para América Latina y el Caribe y Norteamérica de la FLM.

 

La Rev. Katariina Kiilunen, Ejecutiva para el Desarrollo de Capacidades y Liderazgos de la FLM. Foto: LWF/Eugenio Albrecht

 

El encuentro inició con un culto de apertura a cargo de la iglesia anfitriona y en primer termino la temática estuvo orientada a tomar consciencia de que las iglesias luteranas son iglesias diaconales en contexto. En ese sentido, los y las participantes tomaron un especial espacio para analizar cada una de sus regiones. Esto sirvió para visibilizar no sólo los problemas, sino también los posibles caminos para mirar hacia el horizonte, sintiendo también el acompañamiento de otros y otras.

Las búsquedas de alternativas para enfrentar la dificultad:
El primer trabajo grupal generó bastante impacto, debido a que cada región e iglesia pudo poner en palabras las situaciones difíciles, que pueden paralizar a las comunidades. El siguiente paso consistió en pensar de manera conjunta sobre qué hacer al respecto. Con la ayuda de Pilar Cancelo del Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI), lograron conceptualizar alternativas. En ese aspecto, las mismas fueron planteadas en el marco de la justicia climática, señalando en la necesidad de convocar niños y jóvenes para generar cambios locales, así como lograr caracterizar a la justicia climática, problematizar el modelo de producción y el rol de los y las consumidores con mayor coherencia entre el adentro y el afuera, entre otros.

 

Los participantes escuchan atentamente a la representante de la iglesia del Perú, que con una bandera de su país en sus manos, relata la difícil situación que deben enfrentar los jóvenes que son reprimidos por las fuerzas policiales. Foto: LWF/Eugenio Albrecht

 

Otro aspecto sistematizado, fue el de la Justicia de Genero, donde los grupos coincidieron que es necesario vincular gestión democrática con el tema, además fortalecer las redes, dialogar sobre masculinidades, fortalecer capacidades y conocimientos, abrir más espacios de formación y conocimiento, así como un mayor diálogo entre iglesias e instituciones diacónicas, activar la esperanza y la femenización del cuidado, entre otros.

Necesidad de conceptualizar el tema:
Con la intención de puntualizar sobre conceptos que vayan aún más allá del análisis anterior y que ofrezcan herramientas para los participantes y las iglesias, el diácono Jonathan Rodríguez de Oliveira y la diácona Carla Jandrey de la IELCB, abordaron sobre lo que significa y lo que no significa diaconía, así como la accesibilidad de los espacios eclesiales desde los aspectos edilicios, pero también actitudinales.

 

Presentación de uno de los grupos, reflexionando sobre la realidad de cada país. Foto: LWF/Eugenio Albrecht

 

“No debe haber dietas de consciencia, en la que hacemos una donación y ya se tranquiliza nuestra consciencia”, explicó Rodríguez de Oliveira respecto del modo de actuar que muchas veces se repite. Sobre ello, explicó: “la diaconía requiere entrega junto al pan y la comunión… se presenta así como un ministerio en vista a la paz y la justicia”, puntualizó.

Por su parte, Carla Jandrey analizó en profundidad el aspecto de accesibilidad (o inaccesibilidad) que se puede observar en las comunidades y a nivel social. No sólo respecto de las personas con discapacidad, sino incluyéndolas. “Debemos preguntarnos si todas las personas que desean entrar al templo, pueden hacerlo por la puerta principal”, dijo e igualmente insistió “si acaso hay acceso a todos y todas al altar o al cementerio, si es que alguien desea despedirse de un ser querido”. Además señaló que esa misma mirada se puede hacer a nivel social, preguntando por ejemplo si las personas pueden acceder al ómnibus para llegar a la iglesia. Sin embargo, la accesibilidad tiene también aspectos humanos, como actitudinales y aquellos que excluyen a las personas de la comunión, que es lo que también deben trabajar las iglesias de modo integral.

Red de Comunicaciones – LAC