Ciclo de Oraciones Ecuménicas con los Cantos de Taizé en Santiago de Chile

Oración con los Cantos de Taizé. Fotos: Fernando Almuna - Colegio Hispanoamericano de Santiago PP-Escolapios

Santiago de Chile/CHILE (LWI) - Durante este año la Congregación el Redentor, ubicada en Santiago de Chile y perteneciente a la Iglesia Luterana en Chile, realizará tal como ya es tradición, su ciclo de oraciones de Taizé.

Estas oraciones están siempre dedicadas a la gloria de Dios y la unidad de los cristianos y, tal como sucede en otros lugares del mundo, la comunidad organizadora está invitando a los vecinos de la ciudad y visitantes extranjeros, a participar de estos encuentros, que son abiertos a toda persona que necesite un espacio de reflexión espiritual que se logra en este tipo de encuentros, donde tanto el silencio como la canción se transforman en medios para conversar con Dios.

El origen de estas celebraciones se dio en la Iglesia de la Reconciliación, fundada en Taizé, Lyon - Francia, por el teólogo Suizo Roger Schutz. De esa manera le han entregado al mundo un lindo mensaje de unidad, a través de la práctica constante de la oración, combinada con cantos. Las oraciones son expresiones profundas del hombre, que quiere conversar con Dios y los cantos, a su vez, una actividad que une a las personas. De ese modo, en las reuniones del “estilo Taizé”, las personas de diversas iglesias cristianas logran unirse en un mismo sentir.

El uso de elementos litúrgicos como los íconos, las telas naranjas y las velas, tienen un simbolismo importante. Fueron los primeros cristianos quienes dejaron en los muros de las catacumbas los primeros trazos que nos hablan de la historia de la Iglesia. Podemos decir que los iconos son el registro artístico de los testigos de Cristo, por lo tanto son el reflejo de una realidad. Es por ello que Taizé utiliza esta técnica para dar cuenta que Cristo es una realidad y que es el mismo que estuvo hace dos mil años con las personas que pintaron su rostro en las paredes. El color naranja es un color de alegría y calor, símbolo de lo alegres que somos llamados a ser por consecuencia del mensaje de la Buena Noticia de Jesús y el calor del espíritu santo que desciende como un fuego sobre los cristianos. Jesús ha regresado al cielo, pero nos ha enviado el consolador. Para la realizar la oración se oscurece el templo y solo se ilumina con velas; ellas representan, al igual que el cirio pascual, que Jesús es nuestra luz y Él quita nuestra propia oscuridad.

Durante cuaresma se medita especialmente pensando en la figura de María, la mujer bienaventurada que tiene que pasar por un momento terrible, tal como el de entregar a su hijo. Es complicado meditar sobre esta situación: ¿Qué madre estaría dispuesta a entregar a su hijo por la salvación de miles de desconocidos? Esta actitud de María se destaca en el tiempo de cuaresma, ya que nos hace pensar en lo que estamos dispuestos a dar como propósito de la cuaresma, así como también sobre lo que estamos dispuestos a dar para glorificar a Cristo. Asimismo es importante el mensaje de reconciliación de los cristianos que nos entrega Taizé, la muerte de Jesús fue una sola vez y para salvación de todos.

La oración con los cantos de Taizé, no solo se realiza en la Iglesia Luterana El Redentor, sino también en otras parroquias y colegios de Santiago, dando la oportunidad de que los cristianos se visiten en casas de oración de distintas iglesias y confesiones.

Están todos y todas invitados a esta oración, no solo en Chile, sino en cualquier parte del mundo donde tengan la ocasión de participar.

Felipe Sepúlveda - Referente en Comunicación ILCH