Celebrando 130 años de misión Luterana en Papúa Nueva Guinea
Obispo Urame busca un mayor enfoque en la justicia social
Papúa Nueva Guines/GINEBRA (LWI) – La Iglesia Evangélica Luterana de Papúa Nueva Guinea (ELCPNG) ha celebrado sus 130 años desde que fuera fundada, y 40 años como iglesia autónoma.
En una declaración a las y los miembros de la iglesia y compañeros locales e internacionales, el Obispo Jack Urame ofrece tributo a quienes iniciaron la iglesia y aseguraron su continuidad y expresa su convicción de “un futuro brillante para nuestra iglesia”. Las celebraciones del 8 al 10 de Julio tuvieron lugar en el Estadio Sir Igantius Kilage, en Lae.
Había motivación “para estar juntos y juntas en la ocasión de nuestra celebración con el lema: ‘Mi Día, Mi Tiempo, Mi Iglesia, Me Levanto’” dijo el Obispo.
El 12 de Julio de 1886, el misionero Alemán Rev. Johannes flierl llegó a Finschhafen en la costa este de Papúa Nueva Guinea y estableció la primera misión Luterana en Simbang. A través de los años, la labor sostenida de los misioneros en el extranjero, pastores y evangelistas locales llevaron al crecimiento de la iglesia. Su primer sínodo se llevó a cabo en 1956 y eligieron al Dr. John Kuder de los Estados Unidos como su primer Obispo Presidente. La ELCPNG instaló a su primer líder indígena Obispo Zurewe Zurenou en 1973 y llegó a ser autónoma el 11 de Julio de 1976, el mismo año que se unió a la Federación Luterana Mundial (FLM).
Urame ofrece tributo a las personas “campeonas de la misión” que se encontraron con muchas circunstancias difíciles al establecer la iglesia. “Sin sus sacrificios, la ELCPNG no podría ser lo que es hoy. Les saludamos por sentar las bases sobre la cual estamos firmes”,
Enfoque integral y realista
El Obispo ve en la doble celebración de este año una ocasión para que los miembros de la iglesia renueven su compromiso hecho hace 40 años para estar agradecidos/as por el Evangelio de Jesucristo y abordar las necesidades de la sociedad de manera integral y realista.
En la visión de la iglesia para las próximas cuatro décadas Urame dice que es fundamental redefinir su visión a fin de que su ministerio corresponda con los tiempos cambiantes. “El papel de la iglesia en la sociedad no es sólo predicar, enseñar y cantar aleluya. Tiene la obligación de abordar el sufrimiento de nuestro pueblo. Tenemos que recuperar la misión de Jesús quien usó un enfoque único cuando predicó contra las injusticias sociales”.
Explica que para la ELCPNG esto significa incidir contra las inequidades económicas y la desigual distribución de recursos, ofertas comerciales desleales, corrupción y codicia.
Papúa Nueva Guinea llegó a ser independiente de Australia en 1975. Más del 80 por ciento de su población de 7.5 millones de personas vive en áreas rurales dependiendo de la agricultura como pilar de la economía. A pesar de la importante contribución del sector minero a la economía, la distribución desigual de los recursos significa que decenas de miles de personas todavía tienen acceso limitado a los servicios básicos como accesible atención de salud.
Facilidades de educación y salud
La ELCPNG administra 490 instituciones educativas incluyendo escuelas primaria y secundaria, un centro de capacitación para profesores y profesoras y una escuela vocacional. Sus 81 instituciones de salud incluyen hospitales, clínicas y escuelas de capacitación para trabajadores y trabajadoras en salud.
“La iglesia continua abrazando el concepto de misión de Cristo para servir a las personas necesitadas y marginalizadas en la sociedad. A la vez que la iglesia está consciente de sus propias limitaciones para satisfacer las necesidades básicas de las personas, lo toma como una obligación importante de su misión y continuará complementando a los servicios sociales que ofrece el gobierno” indica Urame.
Dice que las y los pastores educados “siguen siendo el centro de la vida de la iglesia” que está creciendo con un estimado de 1.2 millones de miembros en 17 distritos. La iglesia Luterana tiene tres instituciones teológicas que capacitan a pastores y pastoras, evangelistas, músicos y administradores de la iglesia. Este énfasis es importante a fin de “superar la brecha generacional para que la misión continúe. Hay una gran deseo de llevar el Miti (Evangelio) y mover a la iglesia adelante” añade el Obispo.
