Carta Pastoral de líderes y lideresas luteranos de América Latina y Caribe
América Latina y el Caribe/Ginebra (LWI) - El liderazgo en toma de decisión de las iglesias miembro de la Federación Luterana Mundial (FLM) en América Latina y el Caribe (LAC) a través de reunión virtual acordó elaborar y compartir una carta pastoral a raíz de la difícil situación que los pueblos en la región viven en el contexto de la pandemia COVID-19.
Después de analizar la difícil situación que todos los países viven, las iglesias han afirmado que la solidaridad se ha hecho más visible. Todas las iglesias han decidido realizar sus actividades religiosas en línea usando diferentes plataformas, lo que viene enriqueciendo y generando aprendizajes entre iglesias hermanas en la región. La pandemia está además moviendo a que las iglesias repiensen cómo desarrollar sus ministerios a futuro, a la vez que continúan sirviendo a las personas más necesitadas mediantes sus ministerios diaconales (servicio al prójimo).
Una vez que las iglesias afirmaron que enfrentan desafíos similares, las acciones locales innovadoras compartidas durante el diálogo pueden ser replicadas considerando los contextos y recursos locales. Durante la escucha se ha afirmado que la pandemia ha llevado a la unidad en el sentido del cuidado mutuo en comunión.
Como iglesias miembro en la región LAC, el liderazgo imvita a compartir la carta con todas las personas en las congregaciones locales en cada país. La carta lleva el mensaje de gracia de Dios, que nutre la esperanza y renueva la fe en medio de la compleja situación que se vive. Motiva a que las iglesias, como parte de la sociedad, se hagan cargo de la fragilidad humana, porque el "tiempo presente y futuro debe ser de hospitalidad y comunión, donde podamos reconocernos y valorarnos sin distinciones, colaborando mancomunadamente en la edificación de una sociedad más humana y ecológica".
Además, la Carta Pastoral invita a "retornar a conceptos teológicos como los del pecado personal y el pecado estructural que, en este momento, develan su rostro cruel y aterrador", a fin de llevar el mensaje para un tiempo propicio, en que "nuestras comunidades luteranas diseminadas en América Latina y el Caribe sean instrumentos al servicio de Dios, compartiendo el anuncio del Evangélio y también el pan, ofreciendo cuidado y renovando la esperanza en nombre de nuestro Señor Jesucrito".
Red de Comunicaciones - LAC