Carta pastoral de la IELCH en el mes de la Reforma y el plebiscito

La Obispa de la IELCH envió una carta pastoral recordando el mes de la Reforma y la esencia de la fe protestante. De ese modo, invitó a la población a participar del plebiscito del 25 de octubre con libertad de consciencia y responsabilidad, especialmente respecto de las personas que más sufren.

 

SANTIAGO DE CHILE / Chile (LWI) – En vistas al mes de la conmemoración de los 503 años de la Reforma Protestante y el llamado al plebiscito, en que los chilenos y las chilenas están llamadas a elegir entre “aprobar” o “rechazar” la redacción de una nueva Constitución que reemplace la heredada de la dictadura militar del año 1980, la Iglesia Evangélica Luterana en Chile (IELCH) compartió una carta pastoral en la que llamaron al discernimiento ético y al ejercicio de la ciudadanía, destacando el cuidado y la promoción de la vida digna para toda la creación de Dios, en especial de la población más sufriente y empobrecida. Entre otros aspectos, señalaron que la fe brinda la responsabilidad de discernir los procesos, así como las propuestas políticas que se presentan, dando así testimonio de la libertad ganada en Cristo.

La carta se encuentra firmada por la Obispa de la IELCH Revda Izani Bruch y está encabezada por el versículo bíblico “Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud” de Gálatas 5: 1 a través del que invitó a tener en cuenta el contexto de la celebración de un nuevo aniversario de la Reforma Protestante el 31 de octubre y a su vez que el pueblo chileno tendrá la oportunidad de decidir el 25 de octubre si reescribe o no su Constitución, que data de la época del dictador Augusto Pinochet.

El llamado de la Obispa Izani Buch se sustenta en primer término en una mirada hacia la confesionalidad luterana, que según visibilizó, contiene como base teológica la justificación por fe a través de la cual es fundamental reconocerse como personas justas y pecadoras, y justificadas por la gracia de Dios, lo que en definitiva libera de la angustia y de la vanagloria de obtener la salvación por propios méritos y de los esfuerzos de considerar que por las buenas obras, unos pueden merecer más que otros y otras. “El gran aporte de Lutero fue redescubrir el Evangelio de la Gracia de Dios, o sea, que no necesitamos y ni podemos hacer nada para obtener el amor y el perdón de Dios, todo nos es dado por la gracia de Dios”, profundizó y destacó que la “libertad nos hace siervos y siervas en el amor, o sea personas libres para amar y ser responsables por el bien común de toda la creación”, convirtiéndose así en una espiritualidad “marcada por la libertad, el amor y el servicio”.

En ese sentido, la declaración se basa en la doctrina luterana como una orientación para el discernimiento ético político en el ejercicio de la ciudadanía, siendo que “el compromiso político de cada miembro de nuestras comunidades”, sean personas ordenadas al ministerio pastoral o no, “ha de ser un compromiso político que busque siempre el bien común y la justicia social para todos los hijos e hijas de Dios, en especial de la población más sufriente y empobrecida”. Sobre el plebiscito, reitera que la fe es una herramienta que da responsabilidad parar diferenciar los procesos y las propuestas políticas y “nuestra fidelidad última como iglesia, cristianos y cristianas siempre ha de ser a Dios y a su Palabra encarnada, nuestro Señor Jesucristo”. En esa esperanza la Obispa de la IELCH anima a que el domingo 25 de octubre “vayamos a votar y demos testimonio de nuestra libertad ganada en Cristo Jesús”.

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Red de Comunicaciones  - LAC