Campamento juvenil de Puerto Fonck bajo el tema “La Misión”

Campamento de Puerto Fonck es un clásico que reúne a decenas de jóvenes cada año para trabajar temas y tener espacios litúrgicos, reflexivos y espirituales. Foto: Pastoral Juvenil ILCH

 

PUERTO FONCK / Chile (LWI) - Entre los días 17 al 31 de enero se llevaron a cabo los campamentos de liderazgo, colaboradores y jóvenes de la Iglesia Luterana en Chile (ILCH). Este año, al igual que en otras ocasiones, fueron organizados por la Pastoral Juvenil ILCH con el apoyo de los pastores Miguel Núñez y Hemir Ochoa, en conjunto con el estudiante de Teología Karl Michael. 

El tema trabajado fue “La Misión”, tratado desde diversas aristas en cada campamento, fue guiado por los pastores y el estudiante de teología, que entregaron pautas de trabajo para el desarrollo de actividades como los maitines (oración de la mañana), los plenarios y grupos de vida durante el campamento de jóvenes. El tema fue bien recibido por los y las jóvenes, lo que no solo se vio reflejado para el trabajo juvenil dentro de la iglesia, sino también para la vida de cada uno y cada una.

Participaron jóvenes de todas las comunidades del ILCH, desde Valparaíso hasta Puerto Montt, además de representantes de la Iglesia Luterana de Costa Rica (ILCO), la Iglesia Luterana de Guatemala (ILUGUA) y la Iglesia Luterana Agustina de Guatemala (ILAG),  que participaron de los campamentos entre los días 17 al 31 de enero, mientras que la Iglesia Luterana Mexicana (ILM  envío por segundo año a un joven para participar durante el Campamento de Liderazgo, e intercambiar experiencias del trabajo juvenil.

“El tema de nuestra misión me llegó tan profundo que puedo decir que llegue a casa teniendo clarísimo que quiero hacer con mi vida, habiendo cambiado algo de mi futuro que quizás no era lo correcto para mí”, señaló Ariadna Mutizabal. El espacio que otorgan los campamentos de Puerto Fonck es valorado por los y las jóvenes que colaboran y por quienes acampan. “Excede toda expectativa, desde el hermoso paisaje, pasando por momentos de reflexión, los cantos, hasta las risas y juegos, todo ello dentro de un transparente aire fraterno que fortalece la fe” evaluó Eduardo Luco, colaborador en el campamento de jóvenes. 

En esta misma línea, la colaboradora Nathalie Miñana indicó que significa “amistad y volver a encontrarme con Jesús, amor, compañerismo, apoyo e inclusión”, dando a su vez gracias por el espacio inclusivo y que su discapacidad no haya sido un impedimento. “Cuando cantamos se sentía algo especial, sentía que Dios me abrazaba con sus brazos y que me decía que no tenga miedo, que no esté triste”, agregando haberse sentido “muy feliz de que se haya cumplido mi sueño”, en tanto, “podía hacer las cosas como los demás, solo con un poco de ayuda y de apoyo, pero en general pude hacer las cosas que me decían y me sentí bien y feliz”, recalcó.

Los y las jóvenes resaltaron que también el predio favorece al encuentro, en el que sienten que crecen en la fe. “Puerto Fonck es una experiencia para aprender, compartir, pensar, despejarte y liberarte”, analizó Vicente Palma, en tanto que “compartir con campistas y colaboradores es una experiencia muy agradable, ya que los colaboradores siempre estarán para ti, en cualquier momento, apoyándote, aconsejándote y sobre todo motivándote”, detalló. En este sentido Sophie Patri y Sebastián Behn destacaron el campamento “como un retiro para mejorar como persona y reforzar mi fe… conocerme mejor a mí mismo y a aprender más de la palabra de Dios”.

Finalmente, el Pastor Hemir Ochoa, que estuvo a cargo del campamento entre los días 22 al 31 de enero, planteó que los jóvenes sorprenden con su espiritualidad musical, contemplativa y empática con los desafíos de la sociedad. Y aunque como iglesia “formal” muchas veces se los deja afuera de ciertas dinámicas celebrativas, “ellos insisten en meterse por las rendijas de nuestras grietas estructurales, y ¡gracias a Dios que lo hacen!” lo que significa que la juventud en la ILCH tiene un rol activo en el liderazgo en los diversos niveles en la iglesia. En este sentido, definió Puerto Fonck como “la renovación de la esperanza y buenas nuevas de jóvenes que nos dicen una y otra vez nosotros también somos luteranos y cristianos de alma y espíritu”.

Red de Comunicaciones – LAC (Fernanda Zúñiga Keim ILCH)