Cambio climático: perspectiva ética y de derechos humanos sobre pérdidas no económicas
GINEBRA (LWI) - La Federación Luterana Mundial, como parte del Foro Interreligioso de Ginebra sobre Cambio Climático, Medio Ambiente y Derechos Humanos, coorganizo un evento durante la 56ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra (Suiza). El evento se centró en la intersección de los derechos humanos y las repercusiones de las pérdidas y daños debidos al cambio climático, poniendo de relieve los profundos retos a los que se enfrentan las comunidades vulnerables en todo el mundo.
Este evento puso en relieve la posición única de las organizaciones y comunidades confesionales a la hora de abogar por soluciones a las pérdidas y daños causados por el cambio climático. Estas organizaciones a menudo trabajan en los lugares más afectados y están muy conectadas con las personas que viven allí. Por eso, pueden ayudar mucho a enfrentar los desafíos del cambio climático.
El evento contó con la participación de destacadas panelistas: Elisa Morgera, relatora especial de la ONU sobre Derechos Humanos y Cambio Climático; Kira Vinke, de la Unidad del Clima del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores; Rina Kuusipalo, de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos; Elena Cedillo, de la Federación Luterana Mundial, en representación del Foro Interreligioso de Ginebra; y Sabine Minninger, de Pan para el Mundo, como moderadora.
Elisa Morgera, relatora especial de la ONU sobre Derechos Humanos y Cambio Climático, reflexionó sobre la naturaleza de las pérdidas y los daños debidos a los efectos del cambio climático y la importancia de la interseccionalidad para comprender el concepto y seguir abordando las pérdidas y los daños no económicos. Hizo hincapié en la necesidad de una comprensión más profunda a nivel local y en la importancia de conectar las realidades locales con las discusiones a nivel internacional, creando espacios para que las voces locales sean escuchadas y garantizando así que sus necesidades y perspectivas se integren en las respuestas a las pérdidas y los daños.
"El poder de las historias locales, que muestran lo que realmente está pasando, cómo las comunidades más vulnerables enfrentan las pérdidas y daños, permite humanizar los conceptos abstractos de pérdida del patrimonio cultural y desplazamiento. Esto fomenta la empatía y una comprensión más profunda entre los responsables políticos y el público, haciendo más tangibles la urgencia y la realidad de los impactos no económicos", dijo Elena Cedillo. "Conociendo los casos a nivel local, se ponen en relieve las profundas repercusiones emocionales, sociales y culturales del cambio climático que las estadísticas por sí solas no pueden transmitir"
El evento también destacó la importancia de las asociaciones entre organizaciones basadas en la fe y diversas partes interesadas, como gobiernos, ONG e instituciones académicas, para reforzar los esfuerzos de incidencia y garantizar que las políticas climáticas aborden todo el abanico de repercusiones, incluidas las pérdidas y daños no económicos. A medida que nos acercamos a la COP29, los esfuerzos de colaboración asegurarán que las políticas climáticas sean inclusivas y justas, haciendo hincapié en la protección de la creación, el cuidado de los vulnerables y la defensa de la justicia.
Red de Comunicaciones - LAC