“Aquí se siente diferente”: la recepción de caminantes venezolanos en Colombia

El testimonio de la IELCO en la recepción de migrantes. Foto: IELCO

 

GINEBRA (LWI) En una entrevista a la Red de Comunicaciones de América Latina y el Caribe, la psicóloga Ana Isabel Mendivelso de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO), analiza y brinda detalles del trabajo que realizan en la asistencia a migrantes venezolanos que intentan buscar oportunidades en otros países, o bien que regresan luego de no haber tenido buenas experiencias afuera. Llegan caminando y muchas veces en malas condiciones de salud física y psicológica. Sin embargo, relatan una y otra vez que el trabajo de contención que allí se lleva a cabo, marca una distinción. “Aquí se siente diferente”, relatan al referir a la tarea evangélica que desde IELCO realizan.

El trabajo se lleva a cabo a través de postas en la carretera, donde reciben a las personas, les ofrecen alimentos, elementos indispensables, espacio para higienizarse, sitio para que los niños y las niñas pueden recrearse, un sector para recargar las baterías de los implementos electrónicos, entre otras cosas. Otro aspecto importante es el trabajo con las comunidades locales, que son sensibilizadas, de modo tal que puedan comprender y estar dispuestos a ayudar a las personas que deciden dejar todo para marcharse como migrantes.

 

 

“También nos ocupamos de la parte de protección, para que puedan caminar de manera más segura”, manifestó Ana Mendivelso al señalar que hay muchos peligros que acechan, entre ellos el reclutamiento de las fuerzas armadas colombianas, así como redes de trata de personas. “Sabemos que pasan muchísimas cosas en las carreteras y eso hace que también se suban los índices de vulnerabilidad en los migrantes”, expresó.

Al referir sobre las dificultades del trabajo, puntualizó “la poca sensibilidad del ser humano en relación a servir al otro”, así como la xenofobia presente en muchas personas. Al inicio habían solicitado ayuda al gobierno regional, que en primera instancia había confirmado, pero luego los espacios que brindaban no guardaban las condiciones mínimas, como tampoco mostraban interés de ofrecer una ayuda real. Otra dificultad ha sido la formación de equipos, ya que no alcanza con tener una formación y se requiere “sensibilidad y misericordia, lo cual es un don dado por Dios”, dijo.

 

Taller para niños y niñas que ayuda a que los más pequeños puedan encontrar espacios de juego en un contexto complejo para ellos. Foto: IELCO

En lo que respecta a las alegrías, analizó que son muchas, entre ellas “ver al migrante contento”. Sobre ese aspecto, detalló que en una oportunidad tomó una fotografía de un niño de unos 3 años, que al recibir un kit, eligió el más pequeño, diciendo “es mio”. Sin importar lo que había en su interior, su alegría fue contagiosa y simbólica de lo que significa para una persona migrante poder recibir ayuda en el camino.

Se trata del programa “SAFER” (Apoyo a la migración segura en las rutas migratorias del este de Colombia), que se realiza a través de un compromiso conjunto entre la Federación Luterana Mundial (FLM); Solidarités International, una organización que trabaja en áreas de conflicto y desastres naturales, siendo su objetivo principal brindar un apoyo rápido y eficaz a las personas en situaciones de riesgo y Primera Urgencia Internacional, un organismo de ayuda, sin ánimo de lucro, apolítica y no religiosa que apoya a los civiles que son víctimas de la marginación y la exclusión. Las áreas de trabajo incluyen a las comunidades de Saravena, Tame, Paz de Ariporo y Yopal.

 

La atención no se detiene y ya cuentan por miles las personas que fueron asistidas. Foto: IELCO

Los y las migrantes ingresan a Colombia por Arauca, ubicado en el este en la región Orinoquía que hace límite con Venezuela. Desde allí van en camino tratando de llegar a Chile, Ecuador, Brasil y otros países, como también muchos desean establecerse en algún lugar de la propia Colombia. De la misma manera, una gran cantidad de personas están regresando hacia Venezuela, siendo hoy un movimiento equilibrado, que sale e ingresa a Venezuela.

Red de Comunicaciones – LAC